La delegación del Consell en Bruselas ha dejado de ser una oficina de propaganda del gobierno valenciano. El visitante ya no encuentra ni rastro de los carteles de Agua para todos o ayudas a Cooperación que poblaron el recinto no hace demasiado tiempo. Hoy el objetivo de la delegación es mejorar la reputación y credibilidad valenciana fuertemente dañada por los años de vino y rosas. Calabuig cree que cuando acabe la legislatura el reto estará cumplido.
¿En qué ha cambiado la relación del Gobierno valenciano con Bruselas en el último año?
El presidente lo primero que me pidió es que la Comunidad Valenciana volviera al corazón de las decisiones en la Unión Europea y hay un hecho simbólico pero relevante, que la primera orden fue devolver las banderas europeas a los mástiles de la Generalitat, una declaración política de que queríamos volver de nuevo a Europea.
¿Y ya hemos vuelto?
Hay tres ejes para el retorno. El primero es recuperar la reputación porque heredamos muchos problemas: Ciudad de la Luz, la denuncia por alteración del déficit que acabó con una multa de 19 millones a la Generalitat, el problema de los clubes de fútbol. Lo que demostraba todo esto es que antes había un gobierno poco respetuoso con la legalidad y que estaba considerado como poco fiable por las instituciones europeas.
También es fundamental para nosotros la colaboración de las conselleries en las cuestiones europeas. Esa implicación del Consell es fundamental. Por eso hemos desarrollado contactos con todas las conselleries para que se impliquen porque muchas normas de Agricultura, Medio Ambiente o Industria se deciden en la UE y si no estamos pues la política se puede hacer contra nosotros. Europa no es política exterior, sino valenciana. Hacienda ha creado un plan específico para ser más competitivos porque va a haber mucha más competencia para acceder a los fondos.
¿La crisis nos ha alejado aún más en renta respecto de la UE?
Éramos una región que había dado un paso adelante. Pero la crisis nos ha devuelto hacia atrás y nuestra renta per cápita está por debajo de la media española y de la europea, lo que nos obliga a ser más eficientes y competitivos a la hora de presentar los programas.
¿Puede cuantificar cuánto nos hemos alejado de la media?
Estamos por lo menos a 15 puntos de la media europea en renta media. Si ponemos un umbral de 100 para la UE nosotros estamos en 85 lo que nos deja en una situación muy complicada. Se han agravado mucho las desigualdades sociales y tenemos que revertir la situación. Pero lo que este Consell ha dicho a la UE es que trabajamos con rigor, que creemos en la política europea y eso en un tiempo prudente tiene que materializarse. Antes de que acabe la legislatura esa situación de mala reputación de la Comunidad habrá cambiado. La voluntad del presidente y la implicación del Consell es muy clara. Ahora nos ven como un gobierno riguroso, que cumple.
¿Cómo puede influir la Comunidad Valenciana, una región periférica y pobre, en las decisiones de la Unión Europea?
Se ha avanzado. Ha habido un paso muy simbólico. Ximo Puig ha sido uno de los pocos presidentes autónomicos que se ha reunido con Juncker, solo lo ha hecho el lehendakari Urkullu. Eso es algo excepcional, un reconocimiento político porque Juncker solo recibe a regiones importantes y para ello ha colaborado mucha gente, como la eurodiputada Rodríguez-Piñero. Y a la hora de influir en la agenda europea, Puig ha sido nombrado coordinador de todas las autonomías dentro del Comité de las Regiones y será miembro de la Mesa y podemos influir en la agenda del comité y en espacios donde antes no estábamos. Puig preside el foro que va a marcar la posición de las políticas europeas en las grandes redes transeuropeas de ferrocarril y hay que defender esa posición porque si en el documento final se dice que lo más importante es priorizar las zonas de gran exportación eso es clave para el momento en que se decida donde van los fondos. A final de año también se hará público un documento en el que hemos participado relacionado con el automóvi. Estamos donde antes no estábamos. Y eso va a dar sus frutos.
¿En Europa saben de la infrafinanciación
Yo ya he dicho que deberíamos explicarlo en el ámbito europeo. Deberíamos hacer un acto de denuncia en Bruselas y se tiene que saber que hay un Estado, en este caso España, que no cumple con una parte de su Estado, la Comunidad Valenciana. Y esa denuncia hay que hacerla. Hay que situar la infrafinanciación en el debate europeo, es necesario.
Una queja recurrente de la delegación es la falta de medios. ¿Ha mejorado?
Estos días se selecciona un técnico y un coordinador, pero más que gente en la oficina de Bruselas lo más importante es el compromiso de las conselleries que tienen que darle a la política europea la importancia que se merece y en eso hay ahora más implicación.
