El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y el Conseller de Hacienda, Vicent Soler, mantuvieron ayer a mediodía una reunión de urgencia para valorar el anuncio del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de retrasar un año más la reforma del modelo del reparto de fondos a las comunidades autónomas. Coincidieron en calificar de «impresentable» la actitud del jefe del ejecutivo y compartieron su indignación ante lo que consideran un anuncio que falta al compromiso de la Conferencia de Presidentes de 2017, según fuentes de Hacienda. Presidente y Conseller acordaron que la dilación requiere de medidas serias por parte del Consell. Aprovecharon también para cargar contra el Gobierno central por «el bloqueo» de 874 millones de euros del extra del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) a la Comunidad. Incluso destacaron en un tuit que «es una vergüenza para los valencianos, sus familias y pymes».

Por su parte, el portavoz de Hacienda del PSOE en el Congreso de los Diputados, el alicantino Julián López-Milla, explicó que el anuncio de Rajoy «es para sentarse y estudiar medidas en los tribunales». «El Presidente del Gobierno está incumpliendo con la legalidad que marca la LOFCA porque el sistema de financiación hay que revisarlo por ley», dijo. Esgrimió que con la demora un año más en la reforma del sistema de financiación autonómica la Comunidad será la principal perjudicada. «En 2018 Rajoy va a tener dinero para rescatar autopistas de peaje y hacer rebajas fiscales para mantenerse en el gobierno, pero no para cambiar la financiación», añadió. «La falta de consenso político no es excusa, pues Rajoy ha tomado muchas decisiones, como imponer el copago sanitario, sin contar con las comunidades», apostilló López Milla en declaraciones a este diario.

El «Despacito» del Gobierno

El Síndic del PSPV en las Cortes Valencianas, Manolo Mata, subrayó por su parte que los valencianos «no podemos aguantar ni un día más la canción de Despacito de Rajoy», a lo que reaccionó la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz, que le instó a «abandonar su cinismo» y que pidió al presidente Ximo Puig que no permita «las salidas de tono de dirigentes del PSPV y apele al trabajo conjunto, cordura y altura de miras que se esperan de un político».