El núcleo duro de Cs en la Comunidad Valenciana, en su intento de superar la última crisis abierta en la formación con el abandono del partido de su portavoz en las Cortes, Alexis Marí, y de tres diputados más, ha renovado a todos sus cargos autonómicos y acaba de llevar a cabo los nombramientos de su nueva dirección provincial. Solo les falta un nuevo coordinador para Alicante, un cargo que se elegirá el próximo mes de septiembre tras asegurar Emigdio Tormo que no opta a la reelección.

La dirección autonómica ha nombrado como secretario de organización en Alicante a su senador Luis Crisol, que ya ocupaba este puesto en el organigrama alicantino y que revalida así como número uno del partido en la provincia. La diputada autonómica Rosa García ha sido nombrada secretaria de comunicación -un puesto avalado, directamente, por el diputado Toni Cantó-y se ha dejado al frente de Relaciones Institucionales al oriolano Juan Ignacio López-Bas. Dirigiendo a los concejales como secretario de acción institucional estará César Martínez, coordinador local de Cs en Alfaz del Pi.

Martínez era uno de los afiliados que se había barajado para coordinar el partido en Alicante, pero tras su nombramiento en la ejecutiva provincial parece que no optará a este puesto, según fuentes de la cúpula autonómica. Mientras tanto, el coordinador local en Alicante, Fernando Llopis, ha sido nombrado secretario de programas y estudios, un puesto encargado de marcar el posicionamiento político de la formación en asuntos de relevancia y que ha dependido directamente de la secretaría autonómica de programas y áreas sectoriales que dirige la diputada en el congreso Marta Martín. El núcleo duro del partido integró en junio a la diputada nacional en la ejecutiva autonómica junto a la edil en el Ayuntamiento de Alicante, Yaneth Giraldo.

La nueva dirección intenta blindar en Alicante a un partido que ha sufrido un buen puñado de bajas de cargos públicos desde que llegó a las instituciones con las elecciones autonómicas de 2015, donde fue la cuarta fuerza más votada pese a su «juventud» y que consiguió también situarse en ayuntamientos de peso a lo largo y ancho de toda la geografía autonómica.

Sin embargo, se ha convertido en el partido con más tránsfugas y su última crisis en las Cortes Valencianas, con la dimisión de su portavoz y sus secuaces por sus continuas críticas a los presupuestos generales de Mariano Rajoy para 2017, supuso el horizonte de pérdida de representación institucional que Cs podía asumir, y más en el ecuador de la legislatura. Los presupuestos se utilizaron como la gota que colma el vaso para forzar la marcha de Marí al grupo de los no adscritos. A estas «fugas» se añaden otras que han dejado a la formación sin representación en la Diputación de Alicante y a la mitad en la de Valencia.

Falta que los 45 coordinadores locales elijan en septiembre a su nuevo coordinador provincial, el cargo más visible de la formación en Alicante y número dos en el organigrama del partido después de Crisol. El todavía coordinador provincial de Cs, el diputado autonómico, Emigdio Tormo, ratificó ayer que no optará a su reelección y que así lo trasladó este fin de semana en una comida en Elche. «Ya he dicho a la gente más joven que tiene que tomar posiciones», señaló ayer.

Por su parte, el coordinador local de Orihuela, José Aix, ya ha manifestado que quiere presentarse a la elección a coordinador como sustituto de Tormo.