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«Puig ya dijo que en Alicante estaría la sede institucional de la agencia pero nadie quiso oírlo»

Conseller con Joan Lerma, García-Reche vuelve para cambiar el modelo productivo de la Comunidad

Andrés García-Reche.

Pese al anuncio del presidente Puig la sede operativa de la Agencia de la Innovación va a estar en València. ¿Qué se va a hacer exactamente en la sede institucional de Alicante?

La sede institucional está en Alicante y es donde se reunirán el comité de dirección y los órganos de gobierno, estará la secretaría general y el domicilio fiscal, pero no significa que sólo estará eso, tendrá su sede operativa naturalmente. Y en València habrá una sede operativa. No es que la sede operativa esté en València y la institucional en Alicante. En València tiene que estar porque hay temas que se tienen que hacer desde allí. Por ejemplo, para el programa de compra pública innovadora sería ridículo tener a la gente en Alicante cuando hay que negociar con las sedes centrales de las consellerias. Lo que sea necesario que esté en València estará en València y lo mismo en Alicante. Lo importante es que la agencia tiene una actividad en la Comunidad Valenciana, no es una agencia para Alicante sino para que desde Alicante se mejore el modelo productivo de la Comunidad Valenciana. Mi actividad y la de los funcionarios estará en las tres provincias, allí donde haya una universidad, un centro del CSIC o una empresa, no es un tema de ventanillas, es más proactivo.

Pero su despacho diario, ¿dónde va a estar?

Mi despacho diario estará en Alicante y en València. Tendré dos lugares de residencia oficial. El objetivo de la agencia es mejorar el sistema de innovación en su conjunto, nuestro trabajo estará con los agentes de innovación, que son las siete universidades, los once institutos tecnológicos, los centros del CSIC y las empresas. Si hay que reunir comités científicos que tienen que resolver un problema que tiene que ver con la cerámica se reunirán en Castellón, si es de textil en Alcoy y si es del plástico o juguete será en Ibi. Estará en funcionamiento en red y se tramitarán expedientes en València y Alicante.

Los empresarios alicantinos han mostrado su decepción.

Con algunos que dicen representar a los empresarios yo muy gustoso me reuniría para explicarles qué es lo que hay que hacer en Alicante y preguntaré qué estaban haciendo estos 20 años mientras se desmoronaba el sistema productivo.

¿Y qué les diría que hay que hacer en Alicante?

Tener empresas de mayor dimensión, más innovadoras y menos dependientes de la actividad constructiva. Soy el mayor partidario del sector de la construcción porque hay mucha innovación que incorporar pero critico que hayamos estado 20 años construyendo sin conseguir tener empresas capaces de competir a nivel internacional por no haber introducido elementos tecnológicos y de sostenibilidad potentes. La agencia viene a resolver esos problemas que no han resuelto quienes tenían que hacerlo y no sólo hablo de los políticos. Mi preocupación es que Alicante tiene que desarrollarse y que note que la agencia está.

Lo cierto es que su ubicación ha levantado un gran revuelo.

Me tienen que criticar por si funciona bien la agencia o no. No entiendo que el PP ahora salga a decir nada cuando votaron en contra de la ley. No quiero más debates sobre la ubicación. El presidente Puig dijo en la Noche de la Economía Alicantina que la sede institucional estaría en Alicante pero nadie quiso oírlo, igual que tras la aprobación del presupuesto para la agencia en la nota de prensa se hablaba de la sede institucional pero nadie lee ni quiere escuchar, se quedan con la batalla política. Yo soy estudiante del instituto Jorge Juan de Alicante y me fui a estudiar Economía a València porque no había universidad, tengo familia en Alicante y nadie me va a dar lecciones de alicantinismo, soy de aquí.

¿Cuáles son los principales objetivos que se ha marcado?

El problema del modelo productivo de la Comunidad Valenciana es que necesitamos incorporar dosis mucho mayores de conocimiento en las empresas para que su estrategia competitva esté adaptada a los tiempos. En los 90 se trabajó en calidad y diseño, lo que permitió competir con producto de primer nivel apartándose de la mano de obra barata y el producto de bajo precio. Hoy eso no es suficiente, hay que incorporar mucha más innovación porque cualquier empresa compite a las puertas de la tuya. Las empresas tienen que establecer estrategias competitivas de alcance global y posicionarse con productos en el mercado de muy alto valor añadido, con altas dosis de innovación.

¿Cómo y cuándo se sabrá que se ha cumplido?

En cuatro años si nuestra renta per cápita, eliminando otro tipo de variables, en lugar de estar en 20.000 euros está en 23.000 y nuestro salario medio en lugar de estar en 20.000 sin Seguridad Social está en 23.000 querrá decir que el valor añadido de nuestras empresas estará en 600.000 y eso significaría que ya hemos logrado que nuestras empresas estén de lleno en estrategias competitivas de alto valor añadido. Si las universidades dedican un 20% en lugar de un 5% de sus esfuerzos en I+D a nuestro tejido productivo ya será un éxito.

La agencia arranca con un presupuesto de 28 millones pero se habla de llegar a los 150 en 2020, ¿van a financiar proyectos?

Nos vamos a centrar en los grandes proyectos estratégicos. Por ejemplo que las universidades y centros del CSIC se impliquen en las empresas mediante una red de agentes de innovación y cuando no baste esta red crearemos unidades científicas de innovación en el seno de las instituciones. Aportaremos recursos para que haya un grupo de personas que se dedique a utilizar el know how y lo traslade a la empresa, algo que hasta ahora no hacían porque estructuralmente no podían y porque no podían detraer recursos propios para ello. Serán las unidades científicas de innovación.

Y otro gran programa será el de la compra pública innovadora.

Sí, vamos a ayudar a todos, el que quiera tener un programa con la agencia lo tendrá, de hecho ya estamos con la red de municipios innovadores. La compra pública innovadora consiste en crear comités e inventarios de problemas en consellerias compradoras como Sanidad o Educación para estimular innovaciones que no existen en el mercado. Por ejemplo, si un hospital quiere desarrollar monitorización o robotización que una multinacional aún no ofrece, haremos un programa de compra pública y desarrollaremos esa tecnología, empresas de aquí la incorporarán y la administración la compra. El 30% de los 953 grupos de investigación de primer nivel de la Comunidad se dedica a ciencias de salud y a biomedicina, ¿tenemos un sector potente en este ámbito de tecnología sanitaria? no, ¿cómo es posible?

Siempre se habla de cambiar el modelo productivo de la Comunidad, pero ¿cuál va a ser?

Vamos a trabajar para las actividades que ya existen, los sectores del futuro son paradójicamente los tradicionales como alimentación, construcción, turismo o textil. Los sectores que tenemos van a ser esenciales y tenemos que trabajar para que se conviertan en un Silicon Valley autóctono, no en el Silicon Valley de EE UU. Hay que introducir conocimiento en vena.

Pero se crearán nuevas actividades.

El objetivo de la Agencia Valenciana de la Innovación no es sólo crear nuevas actividades, sino que las que ya existen como la alimentación, el calzado, el textil o el turismo incorporen el valor añadido adicional que ahora no incorporan. No se trata sólo de crear nuevas tecnologías, que también, sino de fortalecer el tejido productivo que ya tenemos, eso es lo prioritario.

Entonces no estará enfocado al modelo de las start ups.

Las start ups están muy bien, pero son un mundo volátil, de cada diez una sale bien. Además, es un terreno que cubre muy bien el sector privado para mi sorpresa. Y es muy positivo que haya sido así porque ha fomentado el emprendedurismo. Pero un supermercado, una casa o un hospital pueden ser también tecnológicamente muy avanzados, todo esto está por hacer y hay que intentarlo aunque se pueda fracasar.

Usted fue conseller de Industria y Turismo con Lerma, con el paso del tiempo ¿cuál diría que fue su principal acierto y cuál su mayor fracaso?

El acierto fue diagnosticar bien los problemas que había que resolver hablando con muchos empresarios. Así se generaron programas adecuados para lo que la empresa necesitaba. Los institutos tecnológicos y el Impiva señalaron el camino a muchas empresas pequeñas. Yo creo que el mayor acierto fue la red de institutos tecnológicos y la prueba es que siguen a día de hoy pese a los intentos por cargárselos. Y los directores siguen siendo los mismos porque se hizo como ahora con la agencia, una vez dentro no existe la política sino la profesionalidad.

¿Y fracaso?

Cuando me cesaron por la creación de la marca turística Mediterrania, pero en realidad fue la Cámara de Comercio de Alicante bajo mandato de Alperi la que lo propuso y como la aprobó el Consejo de Turismo sigo pensando que no me equivoqué.

Desde que dejó de ser conseller se ha dedicado a la docencia.

Sí, en la Universitat de València donde precisamente explico política de innovación.

Hay a quien le choca que una persona próxima a la jubilación se encargue de la innovación.

Aún tendremos unos años por delante, que no se preocupe quien dice eso que yo pongo en marcha la agencia y me voy muy a gusto a mi universidad o a la jubilación.

¿Su nombramiento ha llegado por su área como profesor?

Estuve diez años en el gobierno de Lerma como director general y como conseller y cuando acabé me fui a la universidad, no de diputado. No he vuelto a ninguna lista, ni soy del Partido Socialista desde 1995. He vuelto ahora a hacer lo que dejé hace 25 años pero no he vuelto a la política sino a intentar solucionar un problema del que debatía con el presidente de la Generalitat antes de que fuera elegido. Me da igual ser alto cargo o no, una vez cumplido el objetivo me voy a mi casa.

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