? Como cabía prever, una parte destacada del discurso de Ximo Puig estuvo focalizada en el valenciano. No solo lo defendió a ultranza, sino que adelantó que su Administración continuará potenciándolo a pesar de que el PP recurra los decretos en los tribunales. «Son los que quieren dividir y no quieren que el valenciano sea igual (en alusión al PP) los que tienen que dar explicaciones. Somos de Vicent Andrés Estellés, Miguel Hernández, Francisco Brines y Joanot Martorell, de los que entienden que la lengua es una gran riqueza y una suerte que tengamos dos lenguas en nuestro país. No es un problema», proclamó entre el millar de personas que se dieron cita ayer en IFA.

Puig también aprovechó su intervención, como de costumbre, para atizar al Gobierno central. Recordó la infrafinanciación y la falta de inversiones, censuró los recortes encubiertos y le lanzó dos exigencias claras y concisas. La primera, que transfiera a la Comunidad las competencias en trenes de cercanías. Y la segunda, que haga lo mismo con la gestión de los puertos. «Las gestionaremos mejor», espetó.