Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Trabajo para todos en la nueva ejecutiva del PSPV

El jefe del Consell ya diseña el organigrama de una nueva dirección en la que todos sus miembros tendrán una responsabilidad concreta

El presidente de la Generalitat, en una imagen reciente. efe

La ventaja de Ximo Puig, una vez superado el proceso de asambleas en el PSPV, se ha incrementado tras elegirse a los 444 delegados con derecho a voto en el congreso que arrancará el próximo viernes en Elche. El presidente de la Generalitat salvó los muebles en las primarias con un 57% de los apoyos frente al 42% que obtuvo Rafa García, alcalde de Burjassot y el aspirante apadrinado desde Madrid por Pedro Sánchez para intentar hacerse con el control de la federación socialista valenciana. Ahora, sin embargo, esa diferencia se habría ampliado hasta el 70%, el porcentaje que más o menos le garantizaría a Puig un respaldo cómodo para su nueva ejecutiva. Una dirección que el presidente ya está diseñando. Será, al menos esa es la idea inicial, más reducida -unas 40 personas- pero en la que, sin embargo y contrariamente a lo que ocurría hasta ahora, todos sus miembros tendrán una competencia concreta y, por tanto, deberán de rendir cuentas de su actuación en la dirección de los socialistas valencianos.

La agenda institucional del presidente de la Generalitat le ha impedido empezar a cerrar la configuración de la nueva ejecutiva. El jefe del Consell quiere llevar personalmente todos los contactos sin delegar esa labor y, de momento, está diseñando una estructura que podría tener una vicesecretaría general y varias de carácter sectorial. Pero, junto a eso, la gran novedad es que todos los componentes de la nueva cúpula del PSPV tendrán una responsabilidad clara y concreta, lo que les obligará a su vez a rendir cuentas. Hasta aquí, la dirección tenía una serie de vocalías sin labor ejecutiva que, en ocasiones, se concedían en el congreso para cumplir con las «cuotas» pero que, en la práctica y en la mayoría de los casos, suponían «hinchar» ese órgano de dirección con cargos que participaban poco o nada de la vida interna del PSPV.

La intención de Puig, decidido a conformar una ejecutiva con gran peso político para afrontar con garantías las elecciones municipales y autonómicas en 2019, es la de trazar un organigrama que tenga, sobre todo, la capacidad de recuperar el tono del partido de cara a los comicios de dentro de dos años. De momento, los resultados de las asambleas celebradas en todas las agrupaciones del PSPV a lo largo del fin de semana le pueden facilitar al jefe del Consell y secretario general ya electo la posibilidad de aspirar a una ventaja más amplia en la votación de la nueva ejecutiva. Un respaldo del 70% -un porcentaje similar al que obtuvo la dirección de Pedro Sánchez en el congreso federal- le garantizaría a Puig salir del congreso con un resultado que alejara la tentación del «sanchismo» de convertirse en oposición interna.

En la provincia de Alicante, los seguidores del jefe del Consell han cosechado el 69% de los delegados -96- por 43, el 31%, de los «sanchistas». Números muy parecidos en València, con una ventaja del 68% a 32%. Y clara victoria de los afines al presidente de la Generalitat en Castellón con un 76% a 24%. En Joves Socialistes, la diferencia es del 90% para Puig y un 10% para Rafa García. En total, el sector afín al titular del Consell cuenta con 313 delegados frente a 131 del aspirante «sanchista». Es una diferencia clara pero, en todo caso, Ximo Puig facilitará una cierta integración para, incluso, ampliar ese porcentaje. Esa distancia diluye el intento de los afines a Pedro Sánchez de «suavizar» la ponencia marco. Hay preocupación con el intento de poner en cuestión los pactos de izquierda en la instituciones, defendidos en el documento oficial del congreso pero que los «sanchistas» reclaman que se sometan a una consulta entre los militantes.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats