Los dos candidatos a la Secretaría General del PSPV, Ximo Puig y Rafa García, apuraron ayer las últimas horas de campaña y echaron el resto en vísperas de la crucial cita con las urnas de hoy. El actual líder de los socialistas valencianos inició en la provincia de Alicante una maratoniana jornada que le llevó a Benidorm, Dénia, Tavernes de la Valldigna, Cheste, Nules y Morella. En total, una ruta de 500 kilómetros en la que compartió confidencias con militantes y cargos públicos. El recorrido arrancó en la capital de la Costa Blanca, donde el también jefe del Consell hizo un llamamiento a la unidad del partido. «Solo con la unidad podremos hacer que la época del cambio de progreso no solo sea un episodio anecdótico», zanjó.

Puig quiso agradecer el cariño que le han brindado las bases durante la campaña, recordó que su candidatura ha celebrado 85 actos durante los últimos días y animó a que el proceso de primarias sirva para fortalecer el partido. «Quiero que salga revitalizado y fuerte para poder seguir haciendo políticas de izquierdas desde los instituciones, porque solo desde los gobiernos podemos poner en práctica nuestras ideas», concluyó, en un mensaje con una evidente carga de profundidad.

Rafa García, por su lado, finiquitó la campaña con un acto a última hora de la tarde en la Plaza de la Concordia de Xirivella. Allí aprovechó para realizar un llamamiento a la militancia con el fin de que hoy acuda de forma masiva a votar. No le queda otra. El alcalde de Burjassot necesita remontar los resultados de la recogida de avales y solo una amplia participación de las bases le ayudaría a romper los pronósticos y proclamarse así nuevo secretario general del socialismo valenciano. «El cambio es posible», sentenció García en el acto.