La carrera hacia las primarias del PSPV será dura y tendrá que hacerse desde abajo. Así que con el foco puesto en la militancia el presidente de la Generalitat y secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, se lanzó ayer en San Vicente del Raspeig a por el voto de las bases en su primer acto de partido en la provincia de Alicante desde que los sanchistas le anunciaron un rival el pasado fin de semana durante el congreso federal del PSOE. Con un discurso que habla a las bases, a los pueblos y a la gente de la calle, el líder de los socialistas valencianos comenzó la búsqueda de apoyos en la arena tras haberse subido a los cielos de la cúpula socialista para formar parte del aparato y los altos cargos del partido que acompañaron a la presidenta andaluza, Susana Díaz, en su pugna contra Pedro Sánchez por dirigir la formación.

Eso sí, lo hizo arropado por dirigentes alicantinos que le brindaron su apoyo durante la inauguración de la nueva sede del partido en San Vicente del Raspeig, a la que Ximo Puig acudió de la mano del anfitrión, el alcalde de la localidad, Jesús Villar, vestido de chaqueta, camisa, pantalón vaquero y sin corbata. Y con mucho calor. La sala de la nueva sede sanvicentera se quedó pequeña para acoger a los cargos y a los militantes que acudieron a la inauguración. Entre los dirigentes socialistas pudo verse a los diputados autonómicos Toñi Serna y José Antonio Amat; a los diputados provinciales Carlos Giménez y María Giménez; al director territorial de Presidencia en la provincia de Alicante, Esteban Vallejo; al alcalde de Sant Joan d'Alacant, Jaume Albero; al portavoz del PSPV en El Campello, Pepe Varó y a concejales de Mutxamel o incluso de fuera de la comarca, como de Elda -aunque no estuvosu alcalde, Rubén Alfaro, y de Monóvar.

También acudió el exdiputado por Alicante, Herick Campos y el exsenador Ángel Franco, hombre fuerte de la agrupación del PSPV en Alicante y quien lleva dejándose ver a menudo desde que estalló la crisis socialista que culminó con la caída de Pedro Sánchez como secretario general, ahora resurgido de sus cenizas tras vencer claramente en las primarias en las que se enfrentó a Susana Díaz y a Patxi López. Sánchez ganó con un discurso apoyado en las bases a las que ahora Ximo Puig quiere dirigirse sabiendo que a los cargos ya los tiene y que de esas bases es de donde tendrá que arrancar votos a su contrincante.

Durante el acto, Puig destacó que la nueva sede socialista en San Vicente, «abierta a la sociedad y a todos los ciudadanos», traslada el mensaje que hay que dar a la sociedad, y en este sentido apeló a la figura del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, «que ya dijo que las ideas hay que sacarlas fuera de las casas del pueblo, pero las casas del pueblo tienen que ser puntos de reflexión y acoger a los que piensan de otra manera». «La convivencia es un valor fundamental, compañeros y compañeras», añadió Puig.

Preguntado por el medio centenar de citas que mantendrá con los militantes de agrupaciones locales en la carrera hacia las primarias y si prevé una campaña dura contra Rafael García -el candidato de los «sanchistas»-, Ximo Puig señaló que las reuniones con las bases se hacen «porque me gusta estar al lado de la gente». «He sido alcalde 17 años. Si no me gustara estar con la gente no estaría aquí», indicó, y admitió acto seguido que «hablar es muy importante» y que no había tenido mucho tiempo para reunirse con los militantes, por lo que ahora intentará hacerlo para «testar», para «escuchar» y para «aprender».

Las reuniones de Pedro Sánchez con la militancia fueron claves para su renacimiento como secretario general del partido. Se le tomó por un «loco» solitario cuando dijo que cogería su coche para reconquistar a la militancia y así fue. Ahora, trasvasar esos votos en la Comunidad a un candidato que votó a Susana Díaz es fundamental para Puig, que ya tiene ganado el respaldo de buena parte de los cargos. Incluso aquellos que mostraron abiertamente su apoyo a Sánchez, como fueron el Síndic del PSPV en las Cortes Valencianas, Manuel Mata, o la consellera de Sanidad, Carmen Montón.

El secretario general de los socialistas valencianos también tiene a su favor su cargo como presidente del Consell, gracias al cual los socialistas gobiernan en coalición tras 20 años de gobierno del PP. Un mensaje que el presidente de la Generalitat quiere poner en valor frente a la argumentación de los «sanchistas», que optan por separar esa imagen «incuestionable» de hombre institucional de la voz del partido en una bicefalia que Puig cuestiona abiertamente. «No hay tradición de bicefalia. Llegar a gobernar para cambiar las cosas es la utilidad de los partidos», subrayó ayer.

Callosa y Benidorm

El candidato a revalidar la secretaría general del PSPV-PSOE se reúne hoy con militantes en una comida en Callosa de Segura, mientras que por la tarde Manuel Mata presenta en Benidorm el grupo de apoyo «L'esquerra en Marxa», eslogan de la candidatura de Puig. En el acto benidormí, que se llevará a cabo en la Casa del Pueblo, intervendrá, además del Síndic en las Cortes Valencianas, el secretario general del PSPV de Benidorm y portavoz municipal, Rubén Martínez.

Mientras tanto, el alcalde de Burjassot y rival de Puig en las primarias, Rafa García, decía ayer en unas declaraciones que la primera llamada que hará si accede a la secretaría general del PSPV será a Ximo Puig para «ofrecer toda la fuerza y la ilusión del nuevo PSPV para reforzar el trabajo en el Consell».