A su llegada a la sesión de clausura del congreso del PSOE, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se mostró contrariado por la batalla que se avecina en las filas del socialismo valenciano y respondió: "No está justificado este ataque. Están debilitando al presidente de la Generalitat". El jefe del Consell reconoció que se avecinan dos meses de batalla interna muy duros pero aseguró que, además de "intentar convencer a los compañeros" de que debe seguir al frente del partido, mantendrá por completo su agenda institucional al frente del Consell: "Hay que preparar el seminario de gobierno, el debate de Política General y los presupuestos de 2018".

Para el jefe del Consell, "ni se entiende ni es razonable" la operación diseñada por los "sanchistas" para derribarle con Rafa García, el alcalde de Burjassot como candidato alternativo. "El partido se encuentra en el mejor momento después de veinte años de oposición y dos de gobierno", aseguró Puig que dijo tener el respaldo personal y político de sus socios de gobierno de Compromís. "No hay ninguna justificación", insistió. El presidente de la Generalitat ratificó que competirá por la secretaría general del PSPV contra el primer edil de Burjassot y se comprometió a conformar una dirección, en el caso de que repita, "potente, muy política, plural como he hecho siempre y con gente nueva para afrontar una modernización de la organización".

Ximo Puig mantuvo ayer una breve conversación telefónica con Pedro Sánchez después de semanas de incomunicación. Quedaron para verse en unos días pero en ningún caso, ni uno ni otro sacaron a colación la batalla que se avecina en el PSPV, que obviamente cuenta con el beneplácito del líder de Ferraz. El jefe del Consell insistió que en su opinión, no existen motivos para reprobarle y lanzó una carga de profundidad contra José Luis Ábalos, el diputado valenciano que es el nuevo hombre fuerte de la ejecutiva de Pedro Sánchez: "Si llegó a ser secretario provincial de Valencia fue gracias a mi apoyo", le recordó.