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Cs: el partido con más «tránsfugas»

La crisis «naranja» se lleva por delante a 28 cargos públicos y deja al grupo de las Cortes al borde de una escisión

Cs: el partido con más «tránsfugas»

La radiografía de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana evidencia que las crisis que sufre el partido, agravada por la fractura interna de una parte de su grupo parlamentario en las Cortes, ha menguado la representación de la marca naranja en las instituciones y ha propiciado una diáspora de cargos públicos que han buscado amparo bajo otras siglas políticas de nuevo cuño. En pleno ecuador de la legislatura autonómica, la formación ha perdido, hasta ahora, 28 cargos institucionales en la Comunidad, nueve de ellos en la provincia de Alicante, al pasar de 227 concejales a 199 en la actualidad. La mayoría son «tránsfugas» que han abandonado la formación una vez iniciado el mandato.

Los pactos locales le han sentado mal al partido de Albert Rivera en localidades como Santa Pola, Benissa o Monforte del Cid. Solo en esas tres poblaciones el partido perdió cinco ediles, a los que expulsó por apoyar gobiernos de izquierdas y, por tanto, traspasar las líneas rojas intocables para los naranjas. Por otro lado, el partido perdió tres concejales que abandonaron la formación en San Vicente del Raspeig, Sant Joan d'Alacant y Callosa d'en Sarrià, además de quedarse sin un edil en el Ayuntamiento de Alicante y sin su único diputado provincial, Fernando Sepulcre. En Valencia los tránsfugas llegan a nueve, entre ellos el portavoz del grupo Ciudadanos en la Diputación de Valencia, José Enrique Aguar, además de haber expulsado a seis ediles más.

Ahora, los «ex» del partido se dividen entre la formación liderada por José Enrique Aguar -la plataforma Contigo- y un nuevo partido que bajo la marca «Municipalistas» intenta aglutinar a los descontentos de Cs en la provincia de Alicante. No obstante, los desajustes en las bajas de la formación se han compensado con nuevas afiliaciones. Cs tiene actualmente un censo de 2.960 militantes en toda la Comunidad Valenciana, 660 más de los que tenía antes de la celebración de su congreso nacional en febrero. Desde el partido valoran que no es un mal dato para una formación política nueva donde la afiliación cuesta 120 euros al año, una de las más caras.

Además de los fuegos que ha tenido que apagar con los tránsfugas, más o menos sofocados en cada localidad, el partido vive una situación difícil que le afecta a nivel autonómico. El grupo parlamentario en las Cortes se encuentra totalmente dividido después de que el diputado y exportavoz parlamentario, Alexis Marí, empezara a lanzar críticas contra la cúpula. El camino no lo ha hecho en solitario. Le han acompañado la eurodiputada Carolina Punset, aún en Cs y con la que Marí contrajo matrimonio el pasado 4 de febrero -el mismo día que la formación naranja celebraba su congreso en Madrid- y otros tres diputados autonómicos más.

La situación con Marí en las Cortes se ha agravado en las últimas semanas. La dirección fulminó en abril a su Síndic por su rechazo a los Presupuestos de Rajoy y por sumarse a los partidos del Pacto del Botànic en una reunión convocada por el presidente de las Cortes, Enric Morera, para protestar por la discriminación de la Comunidad. La división interna se escenificó claramente en esa reunión y en el cese posterior. Marí fue relevado por la alicantina Mari Carmen Sánchez como voz del grupo parlamentario en las Cortes Valencianas.

Marí ha llegado a ser especialmente duro con los parlamentarios en Madrid por su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, que han recortado a casi la mitad las inversiones en la provincia de Alicante. Los diputados alicantinos de Cs en el Congreso -con un papel de perfil bajo en Madrid- recuerdan que gracias a ellos llegarán 100.000 euros este año para los accesos al Hospital de la Vila Joiosa y resaltan que han conseguido más dinero en la inversión no territorializada para pensiones, educación o bienestar social, lo que Marí interpreta como una actitud que ha distado mucho de defender los intereses de la Comunidad Valenciana. «Quizás es mejor ser cómplice de los que maltratan a los valencianos y mejor juntarse con los que protegen la corrupción. #LuisSeFuerte», puso en su Twitter tras aprobarse las cuentas con el voto de Ciudadanos.

En el seno del partido hay preocupación por su Twitter, por sus dardos verbales y por la imagen de desgaste que generan los continuos «rifirrafes» en el parlamento autonómico, donde Marí está arropado por tres diputados más. Este grupo de críticos, que no han llegado a saltarse aún la disciplina de partido en las votaciones, se sumarán tarde o temprano a otro partido como han hecho muchos cargos de Cs descontentos con la formación. Mientras la situación interna está así de convulsa, el partido intenta armarse para los próximos comicios desplegando estructura en todos los municipios con afiliación. Cs pondrá en marcha unas 90 agrupaciones nuevas de aquí a octubre en la Comunidad Valenciana y buscará la implantación allí donde aún no han conseguido representación política. En menos de dos semanas renovará sus ejecutivas provinciales. En el caso de Alicante su coordinador y diputado autonómico, Emigdio Tormo, todo apunta que no repetirá en el cargo, según fuentes de la formación, si bien a preguntas de este diario Tormo indicó que no descarta presentarse y que está a disposición de lo que le diga el partido.

Asimismo, la sede provincial de Cs, que se inaugurará justo antes de los días fuertes de Hogueras ya luce cartel en la avenida Maisonnave de Alicante. En cuanto a la línea política se perfilará hacia los que muchos ya tildan como la recuperación del centro, una línea estratégica capaz de atraer a descontentos tanto del PSPV como del PP. Cargos de Ciudadanos destacan que el acercamiento a los populares en las negociaciones de los presupuestos o en la investidura de Rajoy ha sido una decisión de pura responsabilidad.

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