Golpe de timón en la gestión de la Casa del Mediterráneo para devolver la actividad a una institución pública, que impulsó el gobierno central de José Luis Rodríguez Zapatero para estrechar lazos entre los países del sur de la ribera, y que quedó reducida a la mínima expresión por la falta de liquidez de las administraciones en los años más duros de la crisis. Una situación que ahora quiere revertir el ejecutivo autonómico. Así lo adelantó ayer el presidente del Consell, el socialista Ximo Puig, quien ya ha solicitado una entrevista con el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, para aceptar este año la presidencia rotatoria del citado ente diplomático.

No hay que olvidar que de las riendas del citado organismo -que fue la gran medida estrella de Zapatero en la provincia- tiran el Ministerio de Asunto Exteriores y el ejecutivo valenciano. De hecho, cada dos años hay traspaso de mandos. Ahora le toca asumir la dirección al gobierno que lidera el socialista Ximo Puig, que está dispuesto a devolver la actividad a la institución a base de captar fondos de una nueva línea de ayudas creada para los países del sur de la ribera y valorada en un montante total de 209 millones de euros. Unos fondos de los que el jefe del Consell espera «pescar» una parte para poder potenciar la acción en Casa Mediterráneo, cuya sede se encuentra en la antigua estación ferroviaria del barrio de Benalúa, en Alicante. El fin es poder relanzarla como un «instrumento potente» para colaborar con los países ribereños del Mediterráneo.

No obstante, pese a que a partir de ahora el mando del ente diplomático recaerá en la Generalitat, Ximo Puig no quiere ir por libre. «Lo queremos hacer de una manera acordada con el Ministerio de Exteriores, porque esto es un proyecto de país», concretó ayer a preguntas de los medios tras celebrar la Comisión Interdepartamental de Acción Exterior y Relaciones con la Unión Europea, que tuvo lugar durante la mañana de ayer en Alicante. El titular del Consell hizo hincapié en que se pretende situar en la Casa del Mediterráneo «la acción» de un programa europeo para estrechar las relaciones con los países del sur, dotado con 209 millones de euros. «Creo que tenemos la capacidad para atraer una parte importante de esos recursos» insistió el presidente de la Generalitat Valenciana.

Resucitar el proyecto

En concreto, la vía que el gobierno autonómico ha encontrado para resucitar Casa Mediterráneo ha sido un programa europeo que busca intensificar la colaboración con los países de la ribera sur del Mediterráneo. «Desde esa perspectiva, es desde donde se pretende relanzar la institución con sede en Alicante tras la asunción, por parte de la Generalitat, de la presidencia rotatoria de la entidad. «Lo que queremos realmente es que tenga toda la potencia que puede tener», lanzó Ximo Puig a la vez que consideró que, en estos momentos, el proyecto de Casa Mediterráneo no está «suficientemente valorado ni potenciado».

Como ya adelantó este diario, la actividad de este organismo ha ido cayendo en picado en los últimos años pese a acumular 2,6 millones de euros a plazo fijo en distintas cuentas bancarias. Tanto es así que los eventos desarrollados en esta entidad de diplomacia pública, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos de Alicante y Benidorm, se reducen a una media de dos a cuatro actos mensuales, siendo en su mayoría exposiciones, presentaciones o conciertos. Solo ocasionalmente la institución pública se convierte en un foro de encuentro internacional de los países de la cuenca mediterránea. De ahí que el Consell quiere aprovechar los próximos dos años de presidencia para dar una vuelta de tuerca a la gestión que hasta ahora se viene realizando en Casa Mediterráneo. Una actividad a todas luces insuficiente para el gobierno autonómico.

Además, el presidente del Consell quiso reivindicar el importante papel que juega la provincia de Alicante a la hora de lanzar el mensaje europeísta para que cale en la sociedad. Así, Ximo Puig recordó que, además de contar con Casa Mediterráneo, la capital también cuenta con la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO en sus siglas en inglés). Otro valor a ensalzar en esa cruzada para la defensa de las ventajas de la comunidad económica. Un tren al que el Consell quiere subirse en un momento de incertidumbre para el futuro de la Unión, con amenazas como la salida de Reino Unido de la UE. Por ello, el presidente de la Generalitat abogó por desarrollar más campañas para extender ese mensaje en las diferentes instituciones europeas con las que cuenta la provincia de Alicante. Y por impulsar el proyecto en la segunda mitade de este mandato.