El secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, aseguró ayer que «no hay posiciones irreconciliables» dentro de su partido, en el que además, dijo, disponemos de «mucho banquillo» y de gente dispuesta a dar «un paso al frente» para la asamblea ciudadana del 14 de mayo, el conocido como «Vistalegre Valenciano». Montiel, que no optará a la reelección en esa asamblea, señala en declaraciones a Efe que en las propuestas que hasta ahora se han planteado no hay nadie que pida «un giro de 180 grados» en el partido, sino que más bien hay «matices, enfoques, pero nada que no facilite llegar a una visión compartida».

Después de que se hayan presentado cinco documentos políticos para la asamblea, lo que hace pensar que inicialmente se podrían perfilar cinco candidaturas, Montiel insiste en que facilitará «acercamientos» para que haya una candidatura «lo más unitaria posible», pues ve «fácil el consenso en términos organizativos». Sobre sus preferencias, afirma que a la hora de expresarlas las hará «como un militante más» y alerta de que en este proceso de renovación de la dirección del partido el grupo de las Cortes no tiene «derecho a defraudar la confianza de la gente y provocar una ruptura interna», pues «fracturar» el grupo no sería «eficaz ni útil» para trabajar por la Comunidad.

Asegura Montiel que, si la nueva dirección opta por sustituirle en la portavocía del grupo, seguirá «sin duda» como «diputado raso», y además trabajará «el cien por cien» desde el hemiciclo autonómico, pues tiene claro que está «al servicio de un proyecto compartido». Antonio Montiel defiende que la asamblea del 14 de mayo sea un proceso «estrictamente valenciano», sin la participación de líderes estatales, para lo cual han planteado un protocolo de neutralidad, mientras que están negociando con la secretaría de Organización que esta asamblea pueda tener unas «dinámicas propias».

Así por ejemplo, Podemos plantea que, a diferencia de Vistalegre -donde primero se votó y luego se produjo el acto público-, el 14 de mayo se produzca la confrontación pública de proyectos y propuestas, y desde esa noche y hasta el 20 de mayo se celebren las votaciones, cuyos resultados se proclamarán el día 21. Respecto a quienes critican que ha tenido un «poder excesivo», Montiel señala que los estatutos del partido para toda España concedían «poderes extraordinarios» a todos los secretarios generales, pero dice que nunca se ha «caracterizado por ejercerlos, sino todo lo contrario».

Afirma el síndic parlamentario de Podemos que ha tenido un «empeño político en compartir poder», aunque admite que «siempre es muy sencillo construir un relato en el que se personalice la crítica» y que él mismo ha cuestionado muchas veces el diseño «excesivamente vertical» de una organización. El dirigente de Podemos reivindica que el partido debe luchar para ser «mayoritario en 2019 y no subalternos de nadie», y en el ámbito interno considera que hay que reforzar las bases, pero a la vez apostar por seguir creciendo más allá de los 48.000 inscritos actuales. Además, cree que seguir trabajando por «federalizar» Podemos, para lograr que los territorios sean reconocidos por la organización y tengan «un perfil propio», lo cual significa «muchas cosas en términos organizativos, desde el manejo del censo, hasta tener un CIF propio o capacidad para decidir. las coaliciones electorales». En el capítulo de la autocrítica, considera que en estos dos años al frente de la formación ha faltado «cohesión y habilidad para gestionar la pluralidad» y que a veces ha habido «demasiada agresividad y demasiada competencia» en la organización.