El número uno del PP por la provincia de Alicante, el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, se ha distanciado de las tesis de su grupo en el Congreso de los Diputados y de la dirección nacional de su partido. Hará lo que diga la dirección autonómica del PP, liderada por Isabel Bonig y que la semana pasada avaló la declaración institucional de las Cortes Valencianas firmada junto al resto de partidos para exigir más inversiones en la Comunidad Valenciana. En su valoración sobre los Presupuestos Generales del Estado el diputado nacional indicó que el trato que recibe la provincia de Alicante en el proyecto de presupuestos para 2017 es injusto al tratarse de una provincia «que da el cien por cien». «Como diputado por Alicante los Presupuestos me suponen un profundo disgusto. El trato que ha recibido esta provincia no es justo ni razonable desde un punto de vista económico», sostuvo Margallo ayer a preguntas de este diario.

Para el diputado, a quien Rajoy apartó de su equipo de gobierno tras relevarlo como ministro de Asuntos Exteriores el pasado noviembre, las cuentas que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presentó en el Congreso la semana pasada hay que enmendarlas con carácter urgente. «Comprendo que estamos obligados a cumplir con los objetivos del déficit que nos marca Bruselas y que no se puede penar en recortar los gastos sociales. En estas condiciones parece evidente que solo se puede recortar en otros gastos, pero no me parece sensato recortar en inversiones que nos permiten crecer y crear empleo, y mucho menos que estos recortes se hagan en una provincia como esta, que siempre ha dado el cien por cien», sentenció.

El cabeza del PP por la provincia, enfrentado desde hace tiempo con Montoro, ahondó en las críticas a los recortes de la inversión por no responder el Estado ante otro tipo de reformas, necesarias a su juicio, como la de la Administración Pública y la del sistema fiscal, incluido un nuevo sistema de financiación autonómica «que hace mucho que debería haber sido aprobado», recalcó. El discurso de Margallo se desmarca del que lleva días defendiendo Génova -y otros cargos alicantinos del PP, como el presidente de la Diputación, César Sánchez- y se aproxima, incluso de forma más dura, al que defienden el grupo popular en las Cortes Valencianas y la dirección provincial del PP de José Císcar, que ha mostrado su insatisfacción y que ha hecho suya la frase de «Alicante merece más».

Margallo ya lo dejó claro ayer. «Haré lo que indiquen los órganos regionales de la Comunidad Valenciana», aseguró cinco días después de la declaración institucional firmada en las Cortes Valencianas por todos los grupos, PP incluido, que le costó un tirón de orejas a Isabel Bonig por parte de la dirección nacional, que la acusó de no haberse leído bien los presupuestos de 2017. La valoración de Margallo desafiando a Rajoy y apoyando las enmiendas a los presupuestos chocó con la defensa que realizan de los presupuestos el resto de diputados alicantinos del Partido Popular. Para la número dos del PP por la provincia, Loreto Cascales, las cuentas aumentan «considerablemente» las partidas de Sanidad, Educación, Dependencia y Empleo y «no son ningún castigo para los alicantinos, que estarán más cubiertos que nunca por este aumento del gasto social». Con una argumentación similar defendieron los presupuestos ayer los diputados Joaquín Albaladejo y Maria Dolores Alba. Albaladejo manifestó, además, que existe una «visión sesgada» de las cuentas por parte de «quienes se acogen solo al capítulo de inversiones», un discurso, dijo, «muy peligroso», aunque admitió que éstas «siempre son mejorables». La diputada alcoyana, Maria Dolores Alba, sostuvo que los presupuestos son precisamente «para no quejarse en la comarca de L'Alcoià» porque contemplan el Puente Fernando Rey o el tren Alcoy-Xàtiva. «Son realistas, con inversiones que podrán ejecutarse», sostuvo. En cuanto a Gerardo Camps, número cuatro de la lista del PP, la referencia es todo cuanto manifestó el portavoz de su partido en el Congreso. «A él me remito», dijo incluyendo el ataque que Hernando hizo a Bonig por respaldar la declaración isntitucional de las Cortes.

Desde el PSOE, formación que intentará coordinar sus enmiendas con las que presente Compromís, sus diputados por Alicante, Julián López Milla y Patricia Blanquer, destacaron que son las peores cuentas de la Historia. «Con lo malo de este año y lo peor del año pasado porque incluyen lo que no se hizo en 2016», recalcó López Milla. Txema Guijarro, de Podemos, tildó de «broma de mal gusto» los presupuestos para Alicante «al reducir el 33% la inversión pública en una circunscripción que aporta tanto» y dijo que su grupo presentará una enmienda a la totalidad. El diputado de Compromís, Ignasi Candela, quien convocará una reunión con todos los diputados alicantinos para intentar hacer un frente común, destacó el «maltrato sistemático a la provincia de Alicante», que este año tendría que haber recibido 167 millones respecto a su peso poblacional y económico y, cada alicantino, 85 euros más. Destacó que el grupo de Compromís ya prepara una enmienda a la totalidad para aumentar la inversión en la Comunidad y la provincia de Alicante.

Cs se vanagloria de las cuentas

Desde Cs, la número uno por Alicante, Marta Martín, situó a su formación en el núcleo de las cuentas al incluir «partidas arrancadas a Mariano Rajoy que dan prioridad a las personas». Recordó que hay más de 850 millones más transferidos a la Comunidad Valenciana «para que Puig y Oltra lo hagan llegar a la Educación, Sanidad y Dependencia, no a otra cosa». No obstante, criticó que si el PP dejara de «seguir duplicando administraciones, como por ejemplo con las diputaciones, habría más dinero para infraestructuras». José Cano, por su parte, añadió que hay que apostar por la estabilidad y apoyar las cuentas «que son un reflejo de numerosas medidas fijadas por Cs». «Lo qué sí estaremos es muy vigilantes para que se cumplan y para vigilar las ejecuciones del Corredor Mediterráneo», sostuvo Cano.