Isabel Bonig ya tiene nueva ejecutiva. La recién proclamada presidenta regional del PP presidenta regional del PPrecibió ayer un amplio respaldo a su nueva dirección autonómica -un 94,49% de apoyos de los 1.523 compromisarios que votaron- durante el cónclave que los populares de la Comunidad están celebrando en el Palacio de Congresos de València. Bonig se ha rodeado de cargos alicantinos -dos de los cuatro puestos los ocupan dirigentes de la provincia- y ha confiado en su grupo parlamentario de las Cortes. Por partes. En primer lugar, y tal y como ha venido informando este diario, la presidenta ha premiado a Eva Ortiz y la mantendrá como número dos de la estructura regional. Solo cambia el nombre de su cargo. Si hasta ayer era la coordinadora general, desde hoy ya es la secretaria general. Su cargo anterior desaparece.

Justo por debajo en el escalafón aparece otro alicantino: José Juan Zaplana. Convertido en el azote de Carmen Montón en las Cortes, el dirigente de San Vicente se consolida como vicesecretario general, junto a Elena Bastidas (procedente de la provincia de València) y Rubén Ibáñez (Castellón).

La presencia alicantina en la ejecutiva abarca todas las comarcas e incluye a alcaldes, concejales, diputados provinciales... y sobre todo a diputados autonómicos. Bonig se ha apoyado de manera evidente en su grupo parlamentario -del que es síndica- dado que el parlamento se ha de convertir en el gran escaparate del PP contra las políticas impulsadas por el PSPV y Compromís en la Generalitat. La presencia de dirigentes con escaño en València es bien amplia: junto a los mencionados Eva Ortiz y José Juan Zaplana están en puestos destacados José Salas (secretario ejecutivo de Sanidad), Elisa Díaz (secretaria ejecutiva de Territorio y Medio Ambiente), amén de un nutrido grupo de parlamentarios procedentes de Castellón y València.

El poder de Alicante contrasta con la delicada situación en la que queda el presidente provincial del PP en València, Rafael Betoret. Pese a que a lo largo del día se especuló con la posibilidad de que Bonig creara ex profeso una coordinación general para poner en ella a uno de los afines a Betoret, la presidenta regional declinó finalmente esa idea. No le convencía. El dirigente valenciano apenas consiguió «pescar» en el nuevo equipo de dirección y se prevé batalla en el próximo congreso provincial.

Con estos mimbres, Bonig pasa página en el partido -«hoy concluye una etapa dura y difícil», espetó- y deja caer a dirigentes que en los últimos años desempeñaron papeles de relevancia en el PP valenciano. Entre los que no renuevan en la ejecutiva están, entre otros, los exconcejales de Alicante Marta García-Romeu y Juan Seva, el diputado en el Congreso Gerardo Camps o el senador Pedro Agramunt.

Durante su intervención de ayer minutos antes de revalidar la presidencia regional, Bonig lanzó un aviso: será la última vez que pedirá perdón por los «errores» del pasado. Fue muy explícita. «Quiero pedir perdón a los militantes y a los valencianos por los errores y por la corrupción. Hubo gente indecente que se aprovechó de los valencianos de buena fe y de los militantes honrados. No lo detectamos a tiempo. Lo pagamos muy caro en su momento. Pedimos perdón por última vez. Lo que no voy a hacer pedir perdón por ser del Partido Popular. Eso nunca», zanjó.

Cospedal elogia a Barberá

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ensalzó la figura de la exalcaldesa de València Rita Barberá durante su intervención. «El futuro no se construye sin mirar el pasado. Tenemos que honrar lo que hemos hecho y lo que somos. València es una de las ciudades más importantes de Europa y queremos recordar a una persona que fue alcaldesa durante 24 años. Vemos lo mejor de ella cuando vemos lo mejor de València», proclamó, en alusión a Barberá. Los militantes y los cargos se pusieron entonces en pie y tributaron un aplauso de más de un minuto a la exprimera edil, fallecida hace unos meses en Madrid.