Llamada de socorro del Consell en Madrid. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aprovechó su encuentro con el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para alertar del colapso que se avecina en la administración autonómica de continuar con el bloqueo de la tasa de reposición de funcionarios, que impide cubrir más de un 10% de las plazas pendientes. Dejando al margen las plantillas de Educación y de Sanidad, Puig trasladó a Montoro que, en estos momentos, las trabas legales paralizan el intento de la Generalitat de dar cobertura a puestos de maquinista en Ferrocarrils, de mejorar la valoración de la Dependencia, de favorecer los servicios en Agricultura o de dar atención a los jóvenes, según desgranó el presidente en Madrid durante su comparecencia posterior al encuentro.

El máximo responsable del Consell dibujó un panorama desolador para el funcionamiento de la administración general y los organismos autónomos, departamentos clave para el engranaje diario. Tres datos puso Ximo Puig encima de la mesa como prueba de las dificultades del gobierno que comparten los socialistas y Compromís para poder gestionar las competencias que tiene encomendadas. Primero: la Comunidad está a la cola en funcionarios por habitante con apenas 0,2 por cada centenar de personas. Pero no sólo eso. Segundo: la crisis económica se ha cebado especialmente con los servicios públicos de la Generalitat: entre 2008 y 2016, la Comunidad ha perdido un 30% de sus empleados públicos, alrededor de 5.000 personas, la segunda autonomía con peores indicadores. Y tercero. Un último elemento: el envejecimiento de la nómina. La mitad de los trabajadores de la administración general tiene marcado su horizonte de jubilación en un periodo de diez años y apenas 50 de los empleados del Consell tienen, en estos momentos, menos de 30 años.

La actual tasa, explicó Ximo Puig a la salida de la cita, hace que la Comunidad «no tenga la suficiente capacidad» para dar cobertura a servicios públicos. Durante la convocatoria, el líder del PSPV ha reclamado un tratamiento «diferencial» en la tasa de reposición de funcionarios. Ese cambio legal se puede realizar a través de dos días vías: con la nueva ley de presupuestos, la opción preferida por Puig; o, en el caso de bloqueo parlamentario de las cuentas, introduciendo una norma cuando se prorroguen. Montoro mantiene abiertas esas dos carpertas y ya negocia, incluso, con los sindicatos para sumarlos al acuerdo.

En esa conversación con Montoro y con un escenario tan complicado, el jefe del Consell reclamó un trato «diferencial» en la tasa de reposición. Ximo Puig detectó en Montoro «una buena predisposición» para atender la realidad del territorio. «El ministro es consciente de la situación y va a trabajar para dar solución», manifestó el titular de la Generalitat. El dirigente socialista, que ya planteó esta cuestión durante su intervención en la reciente Conferencia de Presidentes Autonómicos, desveló que el Gobierno tiene previsto plantear una tasa de reposición de funcionarios «más amplia» en los presupuestos generales del Estado para 2017, un documento que el Ejecutivo quiere presentar a lo largo de las próximas semanas.

La otra cuestión que el presidente de la Generalitat lanzó durante el encuentro fue la reforma de la financiación autonómica. «Nuestro tema», como definió de forma gráfica el responsable del Consell. En el encuentro, Ximo Puig le insistió a Cristóbal Montoro en la necesidad de cerrar en 2017 el nuevo modelo de financiación autonómico. El ministro ha apuntado que la comisión de expertos ya está trabajando en la elaboración dicho sistema aunque los primeros indicios apuntan a un modelo de reparto todavía muy alejado de las pretensiones del Consell.