El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, manifestó que los gastos supuestamente irregulares en Vaersa durante la anterior gestión del PP muestran que «realmente no había un yonqui del dinero sino una epidemia de yonquis», por lo que «alguien tendrá que pedir perdón a los valencianos». Puig ha respondido así en las Cortes a una pregunta del portavoz de Compromís, Fran Ferri, sobre el informe de la Intervención general sobre «el descontrol y los casos de dudosa legalidad en Vaersa durante el gobierno del PP», que detectó gastos en «trajes y comilonas» de 140.000 euros en tarjetas y de 45.000 en cajeros, entre otros desde enero de 2006 a junio de 2015.
Según anuncio el presidente «el Consell llevará este informe a la Justicia para que se depuren responsabilidades», ya que considera que estos hechos se han de considerar como «actos de lucro personal y en perjuicio de la entidad».
Puig sentenció en referencia al PP: «alguna vez es posible que alguien tenga que pedir perdón, porque mientras no lo hagan son indignos de representar al pueblo valenciano».
El president del Consell recordó que una de las prioridades del Pacte del Botànic fue «limpiar» la Generalitat y «acabar con las sombras inmensas de opacidad y corrupción» y lamentó que «la grave hipoteca reputacional heredada nos obliga a restablecer la confianza en las instituciones». Puig dijo que su gobierno está detectado los supuestos casos de corrupción y llevándolos ante la Justicia para recuperar dinero.
Citó como ejemplos los informes de la Intervención sobre la gestión del IVAM y el pago de sobreprecios por obras de arte: la «falta de control en la externalización de las resonancias magnéticas»; o los «incumplimientos legales» en la organización de la visita del papa y el encuentro de las familias.
Respecto a Vaersa, se refirió al informe que el Consell pidió a la Intervención sobre los gastos efectuados por los directivos de la empresa con el gobierno del PP utilizando tarjetas de crédito para comidas, estaciones de esquí, hoteles y grandes almacenes y de la contratación de servicios jurídicos externos.
Según el presidente del Consell, Ximo Puig, el informe sobre el uso de las tarjetas de crédito desvela la sensación de «absoluta impunidad», como las cuatro tarjetas visa oro que tenían dos directivos, los gastos de hasta 140.000 euros en restaurantes y hoteles, o el pago en un concesionario de Jaguar, en una clínica veterinaria, y los hasta 48.000 euros que extrajeron en cajeros automáticos.
Extractos del banco
En los extractos bancarios, indicó también el diputado de Compromís en su intervención, figuran comidas por una media de 141 euros en un restaurante de una urbanización por parte de un exdirectivo de Vaersa; la compra de trajes de Hugo Boss y zapatillas Lottuse por más de 900 euros; gastos en gasolina de 15.786 euros, o el pago de 642 euros en un hotel de cinco estrellas en el paseo de la Castellana en Madrid. A juicio del presidente de la Generalitat, estos hechos han de considerarse como «lucro personal» y en perjuicio de la entidad por lo que el Consell pedirá que se depuren responsabilidades.
Para Puig, el hecho de que los exdirectivos retiraran efectivo «de 500 euros en 500» incluso en fines de semana, de lunes a domingo, 24 horas «y sin complejos», e incluyeran facturas de «las cosas más increíbles» refleja la sensación que existía de que «se podía hacer todo».
Para el diputado de Compromís, Fran Ferri, «el responsable político fue el PP» que nombró a los directivos de Vaersa «los amparó y no los investigó», y dijo que su formación dejará de hablar de la corrupción del PP cuando devuelvan «todo el dinero que saquearon durante sus gobierno».
La empresa pública Vaersa sufrió en tiempos del PP un ERE que fue finalmente tumbado por ilegal por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana.
