Desde hace unos meses, la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, tiene una preferencia muy clara y definida sobre el futuro de los populares alicantinos. José Císcar, convertido en uno de sus principales colaboradores políticos, debe continuar al frente del partido. Hace justo una semana, en una entrevista concedida a este periódico, la coordinadora regional del PP, la oriolana Eva Ortiz, abonaba esa idea. Aseguró que el sistema de bicefalia entre Císcar y el titular de la Diputación, César Sánchez, había funcionado bien durante el último año y medio y abogaba, por tanto, por dar carta de naturaleza a un modelo que supondrá, con un congreso provincial de por medio, un cambio total y absoluto de la concepción que, hasta ahora, tenía el PP de su organización en la provincia de Alicante.

Tradicionalmente, la figura del líder del partido coincidía con la del cabeza visible de los populares en el Palacio de la avenida de la Estación, principal institución en una circunscripción que es la más grande de España de las que no son capital autonómica. Pero eso va a cambiar. Aunque mantendrá el silencio hasta después del congreso regional, José Císcar optará a un nuevo mandato como presidente provincial del PP, como dan por hecho todos los dirigentes del partido. Fuentes de los populares alicantinos apuntan que es el momento de diferenciar entre el poder orgánico y el institucional. Consideran que, con disfunciones que se deben mejorar, el reparto de papeles entre el líder del partido, un Císcar concentrado en su labor en las Cortes Valencianas; y César Sánchez como referente institucional ha funcionado de forma correcta.

Así que, con este escenario, Císcar se presentará al congreso provincial -sin fecha todavía pero que podría celebrarse a finales de mayo o primeros de junio para poder hacer algunas asambleas locales en julio- y César Sánchez cumplirá con lo que siempre había dicho desde que el antiguo número dos del Consell con Alberto Fabra le cediera la posibilidad de presentar su candidatura a la presidencia de la Diputación. No le plantará cara. Ni pondrá sobre la mesa una lista alternativa. Cuando se confirme la decisión de Císcar, el responsable de la Diputación dejará vía libre, como ya había anunciado. Su posición, apuntaron estas mismas fuentes, no ha variado. Eso sí, como se confirmó ayer, tendrá un encaje de relevancia como miembro a su vez del comité ejecutivo nacional para que el titular de la Diputación pueda jugar un papel de cierto lustre en el partido.

Aunque aún faltan por lo menos tres meses para el congreso provincial del PP, lo cierto es que la imagen que ofrecieron ayer José Císcar y César Sánchez durante la segunda sesión del cónclave nacional que los populares celebran en Madrid este fin de semana fue la de empezar a amoldarse a ese panorama. Compartieron la primera fila de la sala en la que intervino la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, con Eva Ortiz sentada entre ambos. Los dos referentes del partido en la provincia compartieron, incluso, confidencias durante la sesión y cuando acabó la jornada matutina se marcharon a comer junto a otros miembros de la delegación alicantina presentes en el cónclave de los populares.