El nuevo Fondo de Cooperación Municipal que el Consell aprobará en su sesión de hoy, vetado por la Diputación de Alicante y en el que sí colaboran las corporaciones locales de Castellón y Valencia, supondrá una inyección económica de 130 millones de euros para los municipios de la Comunidad. Aunque la negativa del popular César Sánchez a sumarse al proyecto dejará a las poblaciones alicantinas con la mitad de dinero que el resto. Según detalló el director general de Administración Local, Antoni Such, este fondo local «reconoce la autonomía municipal, la capacidad de decidir y la mayoría de edad de los ayuntamientos, la primera trinchera ante los problemas de los ciudadanos».

Asimismo, explicó que el Consell «tiene vocación de compartir con los pueblos» la posible mejora del sistema de financiación. «Una vez se apruebe el plan pondremos en marcha tres acciones: un fondo incondicionado con 40 millones de euros, otros 40 millones (con 20 millones que aportarán los municipios) para proyectos financiados con fondos europeos, y un tercero con avales del Instituto de Finanzas», apuntó Such.