? El presidente de la Generalitat Valenciana, durante un acto en Madrid en vísperas de la Conferencia de Presidentes que hoy se reunirá en el Senado, puso como ejemplo de las bajas inversiones que recibe la Comunidad el Corredor Mediterráneo, proyecto estancado a pesar de que las cuatro regiones que lo quieren impulsar representan cerca del 50% de la población española, casi el 45% del PIB y canalizan el 78% del tránsito de mercancías del Estado, como explicitó Ximo Puig para airear en Madrid el «problema valenciano». Según las palabras que empleó de forma textual ante los periodistas, es «exasperante el ritmo lento de las inversiones» en el Corredor Mediterráneo. El nuevo sistema de financiación que propugna Ximo Puig se basa en la equidad, la solidaridad, la transparencia, la corresponsabilidad fiscal y la lealtad institucional, y aseguraría dinero suficiente para la sanidad y los servicios sociales públicos. Añadió, en este sentido, que no son «manirrotas» las administraciones autonómicas, sobre todo en un contexto en el que «el esfuerzo del ajuste -del déficit- no ha sido proporcional» y ha perjudicado especialmente a autonomías como la valenciana.