Los populares valencianos tienen ya prácticamente ultimada sus enmiendas al sistema de doble vuelta previsto como alternativa a las primarias en la ponencia de estatutos que se debatirá en el Congreso Nacional del PP. Tal como ha venido informando este diario, la presidenta regional Isabel Bonig y su equipo evitarán enfrentarse a la dirección nacional, pero sí llevaran una propuesta para mejorar unas nuevas reglas del juego que dejan opinar a los militantes, pero que dejan la última palabra a los compromisarios.
La vía valenciana tiene un plan B y un plan A. La propia Bonig lo adelantó el pasado martes en un encuentro con los medios al mostrarse a favor de que las organizaciones regionales tengan margen para avanzar, si así lo desean, en mecanismos de participación que se asemejen más a la filosofía de un militante, un voto. La forma más fácil para hacerlo, según se ha estado meditando en la organización, es presentar una enmienda para que la excepción que recogen los estatutos para las islas pueda extenderse a otras comunidades. La singularidad territorial de Baleares y Canarias les permite una elección de los órganos directivos más asamblearia, es decir, con la participación directa de los militantes.
Los populares valencianos, no obstante, son conscientes de la dificultad de que esta enmienda prospere ya que de facto abre la puerta a primarias puras. Por eso, hay una alternativa que, creen, tiene visos de ser aceptada. La idea, como explicó Bonig, es mejorar la actual redacción para afianzar la opinión de los militantes. Tal como ahora está redactada la ponencia, los compromisarios podrían tumbar sin mas la decisión de los militantes. Las bases sólo impondrían su criterio si hay un candidato con más del 50% de apoyos. En el caso de haber varios aspirantes con porcentajes por debajo, serían los compromisarios quienes decidirán quien debe estar al frente del partido. La enmienda en la que trabaja el PPCV busca limitar el poder de los delegados. Así, se plantea que las preferencias de los militantes sólo se puedan revisar con una mayoría cualificada de los compromisarios. Se trata de que, como resumió ayer la propia Bonig, «los compromisarios en ningún caso puedan cambiar el voto de los militantes».
Los populares valencianos intentarán con estas propuestas salvar el dilema que tenía Bonig. La lideresa no quiere un enfrentamiento como el que ha protagonizado Cristina Cifuentes, pero tampoco quedar mal ante sus militantes con quienes se comprometió a pelear por unas primarias.
El PPCV confía ahora en que de alguna manera, Génova les compense por su renuncia a formar una especie de frente.
Con todo, esta previsto que hoy, viernes, el PPCV destape sus cartas. Estos días se han celebrado reuniones con los compromisarios de cada provincia con el objeto de pulsar el ambiente y detectar hasta que punto quienes al final tienen capacidad de presentar enmiendas y votar en Madrid están conformes con la posición adoptada por Bonig. El ambiente, según las fuentes consultadas, es de tranquilidad.
