La entidades consideradas grupos de presión por parte de la Administración deben hacer suyo un código común de conducta, según el cual deben someterse a una serie de principios éticos. Los mandamientos de los lobbies incluyen la prohibición de ofrecer regalos, favores o servicios en condiciones ventajosas a funcionarios o altos cargos. Una vez inscritos en el registro deben facilitar información relativa a la identidad de la persona o actividad a la que representan, así como de los intereses, objetivos o finalidades de ella misma o de sus clientes. Debe consentir que la información sea pública e informar de las audiencias con los altos cargos. No cumplir con la normativa del registro puede hacer al lobby quedar fuera de sus contactos con el Consell. j. ruiz