Los populares estrenaron ayer las instalaciones de la nueva sede en la plaza América de Valencia, un traslado que, tal como reconoció Ortiz, tiene motivos logísticos, económicos, pero también «simbólicos». El nuevo PP de Isabel Bonig quiere romper con una etapa que, si bien les dio grandes victorias, también les arrastró al lodazal de los casos de corrupción. La primera junta directiva tras echar la persiana de la calle Quart fue corta, con poca asistencia, pero sin tensión alguna.