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Un PP a la vieja usanza

Los populares pactan el reparto de los compromisarios para el congreso nacional de febrero sin llegar a la votación

El mismo día en el que la dirección nacional del PP lanzaba un llamamiento a la participación de los afiliados en la elección de los compromisarios para el congreso de febrero, la cúpula provincial de los populares resolvía a la antigua usanza el reparto de la lista de cargos y militantes de Alicante que acudirán a esa cita. Como en los viejos tiempos con el paréntesis de la guerra entre Francisco Camps y Joaquín Ripoll, el PP pactó la distribución de los delegados sin llegar a la votación. Un total de 162 de los 164 compromisarios que acudirán al cónclave ya tienen nombre y apellidos al margen del refrendo de los militantes. De los 141 municipios de la provincia sólo se abrirán las urnas en Callosa de Segura, localidad en la que hay cuatro aspirantes para dos plazas. Es la excepción que confirma la regla. Una alianza por arriba entre los élites del PP sin dejar paso a la participación de los afiliados para acudir a un congreso que en teoría, paradojas de la política, debe poner encima del tapete si de una vez por todas democratiza las estructuras de designación «a dedo» que son «marca» de la casa popular.

En su habitual comparecencia después de la reunión del comité de dirección nacional del PP, el vicesecretario de Comunicación Pablo Casado, confirmó que los principales cargos del escalafón del partido -con María Dolores de Cospedal a la cabeza- acudirán a sus Juntas Locales para implicarse en la elección de compromisarios, que debe cerrarse antes del próximo lunes como fecha tope. El objetivo, apuntaron fuentes del PP, es tratar de visualizar un partido más «abierto y participativo», en un momento en el que dirigentes territoriales -entre ellos Isabel Bonig y José Císcar- defienden implantar en las normas del partido la fórmula «un militante, un voto», similar al sistema que tienen otras formaciones políticas para elegir a los altos cargos de las ejecutivas y de las candidaturas electorales.

«Queremos un congreso muy participativo y abierto a toda la militancia. Del 16 al 19 de diciembre se van a celebrar las asambleas. Todos los afiliados del PP de España se podrán presentar a compromisarios en este congreso», indicó. A pesar de la «recomendación» de Génova para tratar de trasladar la imagen de que se le concede voz a los afiliados -una de las aportaciones de la nueva política al sistema de partidos-, lo cierto es que en Alicante -una de las provincias que aboga por las primarias junto con el resto de la Comunidad y con Madrid- no se le concederá ese protagonismo a los afiliados. A las siete de la tarde, al cierre del plazo de presentación de candidaturas, la dirección del PP confirmó el acuerdo casi absoluto. De una delegación de 181 personas, 164 electos, 13 natos y 4 compromisarios de Nuevas Generaciones, sólo quedan por designar a los representantes de la citada localidad de Callosa de Segura. El resto está todo decidido sin tener que votar.

En el caso de la ciudad de Alicante, se habían apuntado 24 posibles aspirantes para un total de 20 puestos en el congreso que los populares celebrarán en Madrid el segundo fin de semana de febrero. En la delegación de la capital están todos los que tienen que estar, incluído el grupo de concejales y Ginés Lifante, que ejerce de dirigente de la agrupación local. A los cuatro que excedían de la lista de veinte compromisarios se les ha «recolocado» en poblaciones donde no había suficientes aspirantes para ocupar los puestos que les correspondían en el cónclave nacional del PP. En Elche, por su parte, se registraron un total de 16 apuntados para 13 puestos de compromisarios. A los tres que han quedado fuera se les ha garantizado que podrán acudir a la cita del PP aunque sea como «invitados».

Con este panorama de tratar de fomentar de cara a la galería la participación pero a la vez también de amarrar al máximo a las tropas para evitar problemas, la dirección nacional del PP está intentando lidiar con la «patata caliente» que supone introducir en la ponencia -el documento estratégico que se abordará en el congreso- un modelo de participación de los afiliados. Génova ha abierto negociaciones con las direcciones que reclaman un sistema de primarias -nadie en el PP, sin embargo, le quiere llamar con ese nombre- para tratar de llegar a un acuerdo y que las posibles enmiendas al texto lleguen al congreso lo más cerradas posible. En el caso de la Comunidad, las conversaciones se han producido con la cúpula regional que encabeza Isabel Bonig aunque Alicante, sin contar con Valencia y Castellón, es una de las delegaciones más potentes tras Madrid. Fuentes del PP admiten que se va a producir algún cambio y que eso implica poner en marcha una fórmula para dar mayor «protagonismo» a los afiliados pero está por ver todavía el alcance de la apertura que quieren poner en marcha los populares.

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