El presidente de la Diputación, César Sánchez, volvió a rebajar ayer el tono contra el Consell justo después de anular la reunión acordada hace meses con la vicepresidenta del Consell y aplazarla a después de Navidad al coincidir con la celebración de los plenos de presupuestos de la institución provincial y del ordinario de Calp, donde César Sánchez es alcalde. La cita estaba prevista para hoy en Alicante y, entre otros asuntos, se iban a tratar la asunción de la Generalitat de competencias desempeñadas durante años por la Diputación como el Hogar Provincial, el Centro Doctor Esquerdo, el Instituto Pedro Herrero y la teleasistencia, que han supuesto 25,4 millones de euros en 2016.
«Le comunicamos a Mónica Oltra que iba a ser imposible y hemos retrasado la reunión a lo más pronto que se pueda. No hay ninguna guerra con el Consell: Que haya discrepancias y que tengamos visiones distintas no significa una guerra. Hay que vivir con normalidad que haya puntos de vista distintos y es enriquecedor», añadió. El grupo popular en las Cortes, durante la primera sesión del debate en comisión de los presupuestos de la Generalitat para 2017, le intentó lavar la cara a Sánchez. Propuso que las diputaciones dejaran de participar en la Xarxa Llibres y una dotación para el Fondo Local que también facilitaba que la Diputación no aportara ni un sólo euro a ese proyecto.
Sobre la polémica con las mesas de contratación de la Diputación, atribuyó el asunto a un «fallo administrativo». «No ha habido cambio de criterio. No habrá políticos», dijo en defensa de una decisión que adoptó en Calp cuando asumió la alcaldía en 2011 y que traslada igualmente a la institución provincial.
