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El Consell se desmarca del posible acuerdo PSOE-PP sobre el déficit autonómico

El Ejecutivo no respaldará a Montoro en el Consejo de Política Fiscal aunque el objetivo se eleve al 0,7% y tenga el aval de Ferraz

El Consell se desmarca del posible acuerdo PSOE-PP sobre el déficit autonómico

El Consell que preside Ximo Puig se desmarcará del acuerdo que podrían alcanzar hoy el PSOE y el PP a nivel nacional sobre el déficit público autonómico para 2017. Según las fuentes consultadas, la gestora socialista estaría dispuesta a respaldar al Gobierno de Rajoy en la fijación de los límites de gasto de las comunidades si en lugar del 0,5% inicial, se permite un desfase del 0,7. El ministerio de Hacienda baraja el 0,6, si bien el ministro Cristobal Montoro admitió ayer, a las puertas de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que está dispuesto a dejarse convencer, lo que allana el camino a un pacto que, sin embargo, el bipartito valenciano no puede hacer suyo.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, avanzó ayer que la ampliación del objetivo de déficit en uno o dos puntos será bienvenida, pero recalcó que sigue siendo insuficiente. Recordó que el Consell sólo podría cumplir con un déficit del 1,4% y mantuvo que la posición que hoy tendrá el Ejecutivo en el CPFF no será partidista, sino en defensa de los intereses de los valencianos. De ser así, el voto de la Comunidad tendrá que ser negativo, como ya lo fue en el último consejo de abril, o como mucho, una abstención. «No hay nada descartado», indicaron desde Hacienda.

Ahora bien, la negociación a nivel nacional pone en un brete al PSPV. La gestora ha convocado por la mañana a sus consejeros de Hacienda para fijar una postura en común, una unanimidad que se antoja complicada. La situación de infrafinanciación es una de las reivindicaciones políticas claves del Botànic, ya que sin recursos y con las presiones del Ministerio de Hacienda para restringir el gasto no es posible cumplir el programa social. Políticamente, no se entendería que el Consell diera el visto bueno a un déficit que le aboca al incumplimiento y a las sanciones que lleva aparejado: paralización del FLA y recorte del gasto.

Las negociaciones (discretas hasta hace unos días) entre PSOE y el PP, además, han encendido las alarmas en Compromís, socio de Gobierno, que ya ha hecho llegar a los socialistas que una postura distinta al no tendría que debatirse internamente. Ayer la secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, mantuvo en una nota de prensa que la discusión entre el PP y el PSPV es una «farsa para ocultar el problema de base: la necesidad de de objetivos de déficit diferenciados y coherentes con la capacidad de cada autonomía».

Así, las cosas, todo apunta a que no habrá voto en bloque. Cabe apuntar que algunas comunidades socialistas como Andalucía o Aragón pueden aceptar sin problemas un 0,7% (incluso un 0,6%) ya que sus economías están más desahogadas. La situación de la Comunidad es muy distinta. Con todo, la división en el seno del CPFF no afectaría al pacto PP-PSOE. La clave es el Congreso de los Diputados, donde la semana que viene debe ratificarse el acuerdo sobre el gasto. Aquí sí los diputados valencianos se verán en la tesitura de votar sí.

Mientras tanto, junto al déficit, la otra batalla que tiene el Consell para el día de hoy es conseguir el compromiso de Montoro para debatir el nuevo modelo de financiación. Soler desveló ayer que esta cuestión no figura en el orden del día. Para presionar a Montoro, el conseller se lleva bajo el brazo el acuerdo unánime de todos los grupos políticos que ayer, consensuaron, durante la reunión de la comisión mixta Consell-Cortes, un texto en la que exigen que se aborde la convocatoria urgente de la comisión de expertos para arrancar ya los trabajos de reforma.

El PP leal, pero crítico

El representante del PP, Rubén Ibáñez, explicó que su partido es «leal» hacia el cambio de financiación que la Comunidad necesita y avaló que Soler presione para lograrlo. Eso sí, calificó de contra sentido pedir una mayor financiación y aumentar a la vez seis entidades públicas con un crecimiento del gasto de 384 millones. De igual modo, David de Miguel, de C's, recalcó que la reforma de la financiación es «prioritaria» para poder resolver la infrafinanciación de la que «se derivan problemas como unos presupuestos irreales».

José Muñoz, del PSPV, pidió que el límite de déficit se fíe en función del punto de partida en cada comunidad, mientras que Mireia Mollà, de Compromís, criticó el acuerdo partidista entre el PP y PSOE y exigió un déficit asimétrico. «El Consell no será sumiso a lo que un partido u otro decida en un despacho», advirtió. Por último, el diputado de Podemos David Torres afirmó que Rajoy es «el peor aliado» de la Comunidad.

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