Alejandro Morant, vicepresidente de la Diputación, dirigente del PP y uno de los más rápidos del Oeste en Facebook, ha vuelto a disparar. En un mensaje en su red social favorita, Morant, alcalde de Busot y responsable de Hacienda de la corporación provincial, cuestiona por completo en tono de exabrupto y con palabras soeces las «líneas rojas» contra la corrupción que ha ido tomando su partido para hacer frente a los casos de corrupción en los que se ha visto envuelto en los últimos años. Sumándose a la teoría extendida entre cargos del PP de culpar de la muerte de Rita Barberá a los que han denunciado la corrupción, Alejandro Morant, en el mensaje de su perfil en Facebook -cuyo contenido se puede leer arriba-, asegura textualmente: «Hoy es un día para vomitar pestes contra muchos, incluso compañeros, a quienes nunca perdonaré el daño que nos hizo la maldita línea roja, (...) que dejaba tirado en la cuneta a mis/nuestros compañeros».

La posición del responsable de Hacienda choca de plano con la dirección provincial y regional del PP, que se mantienen por completo en la obligación de apartar a todos los dirigentes imputados por corrupción de sus cargos públicos. Alejandro Morant no sólo pone en cuestión esa postura del PP sino que, además, también reduce al mínimo el supuesto delito de blanqueo de capitales por financiación ilegal del partido que llevó a Rita Barberá a declarar ante el Tribunal Supremo 48 horas antes de su muerte. «Hay días en que cuento hasta 1.000 para no llamar a alguien hijo de puta... hoy voy por 2.000 y sigo con ganas de decírselo a unos cuantos que no respetan ni a un ser humano. Pero hoy no daré carnaza a la tropa de orcos que han fustigado, perseguido, maltratado y vilipendiado a una señora por 1.000 putos euros», señala el vicepresidente de la Diputación, un habitual de los mensajes polémicos en las redes. «No permitiré ni un juicio más mediático, levantaré la voz contra quien haga falta, sin miedo al fracaso y a perder la batalla, pero creo que es hora de que alguien empiece a parar los pies a cierta gentuza», subraya Alejandro Morant.