Movimiento del presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, para evitar que la fractura de los socialistas valencianos se agrande. La formación celebrará una convención a finales de enero de 2017 en la que tratará de abordar la forma en la que «el partido puede ser más útil para los ciudadanos a través de las ideas». El foro estará integrado a partes iguales por militantes socialistas y personas ajenas a las siglas del PSPV pero buscará además «dar una respuesta» a problemas como el paro, la falta de equidad, la desigualdad, la globalización o el valencianismo y federalismo. Así lo ha anunciado el secretario general de los socialistas valencianos y titular del Consell, Ximo Puig, antes de la reunión de la Comisión Ejecutiva Nacional del PSPV, en la que ha planteado este «nuevo horizonte» para los próximos meses. Puig intenta cohesionar a su partido de cara al complicado panorama en el PSOE, en situación crítica y con un congreso muy difícil; y con vistas al cónclave que celebrarán a continuación los socialistas valencianos.

Ximo Puig recalcó, en todo caso, que la convención se centrará en las ideas «desde la Comunidad y sobre la Comunidad para el resto de España», en perspectiva valenciana, por lo que ha rechazado que en su seno se vayan a tratar asuntos que competan a la dirección federal socialista como posibles problemas internos o la elección del próximo secretario general del PSOE. A pesar de ello, avanzó que este encuentro «no va a ser solo de militantes del PSPV» y que «habrá un 50% de participación directa de militantes y otro 50% de personas ajenas al partido». Una operación de la dirección de los socialistas valencianos para recuperar la confianza de los afiliados y de una parte del electorado progresista, muy minada después de la abstención que le puso en bandeja la presidencia del Gobierno a Mariano Rajoy.

«Lo que se intenta es dar una respuesta al paro, a la falta de equidad, la desigualdad, al problema de la globalización o al valencianismo y federalismo», ilustró, todo en la línea del «proceso de apertura» del partido que Puig recordó que se inició con las primarias abiertas de hace unos meses, antes del 26-J. Junto a esta convención, el PSPV planteará una campaña para «explicar y valorar con el conjunto de la ciudadanía lo que ha sido y significado el cambio en la Comunidad», destacó el presidente. Salvo alguna intervención crítica, la reunión de la cúpula del PSPV fue tranquila, signo del control que ejerce Puig. A ello, sin duda, contribuyeron las ausencias de los tres secretarios provinciales: José Luis Ábalos, Francesc Colomer y David Cerdán.

En la ejecutiva del PSPV también se ha realizado un balance de los primeros 500 días del Gobierno autonómico y de los distintos ayuntamientos de la Comunidad gobernados por los socialistas, con el objetivo de «lanzar un mensaje de esperanza para estos días que vienen». «Han pasado 500 días, pero en 500 días se ha podido comprobar claramente que existe una posibilidad de hacer un proyecto de izquierdas realista, capaz de cambiar las cosas y al mismo tiempo generar un espacio de credibilidad», reivindicó.