Los presupuestos de la Diputación para el año que viene podrían contar con aliados inesperados a los que habrá que compensar sí o sí admitiendo parte de sus propuestas estrella. El equipo de gobierno del PP, de entrada, podría ahorrarse la cooperación necesaria del tránsfuga de la Diputación, Fernando Sepulcre, para sacar las cuentas adelante si admite la condición necesaria del PSOE: la participación de la institución provincial en el Fondo de Cooperación Municipal de la Generalitat Valenciana, lo que le obligaría a crear una partida de más de trece millones de euros para los ayuntamientos a la que se sumaría otra cantidad similar proveniente del Consell.

Fuentes del grupo socialista ratifican que el partido está abierto a estudiar su voto a favor e ir a más allá de la abstención si el PP se adhiere a este fondo de cooperación que, por otra parte, ya han reclamado varios ayuntamientos de la provincia.

El gobierno liderado por César Sánchez, de momento, ha aceptado la propuesta del portavoz socialista, José Chulvi, de debatir las cuentas en la junta de portavoces de la Diputación y hacer de este encuentro -que suele llevarse a cabo una vez al mes- un foro de debate para que los distintos grupos pongan en común sus propuestas una vez el PP presente el borrador con los presupuestos de 2017. Chulvi ya advirtió al PP en el pleno del pasado 2 de noviembre de que participar en el Fondo de Cooperación Municipal y llevar a la junta de portavoces el debate de las cuentas evitaría a Sánchez «apañar los presupuestos en un despacho con el diputado no adscrito».

El Fondo de Cooperación Municipal que impulsa la Generalitat Valenciana pretende repartir 40 millones de euros entre las tres provincias, correspondiendo 13.700.000 a Alicante. Pero para otorgarlo, el Consell reclama a la Diputación un montante similar.

Dinero sin condicionar

El destino de este fondo serían los ayuntamientos alicantinos y tiene como característica principal que se trata de un dinero incondicionado para que cada municipio lo destine a lo que considere conveniente, a diferencia de las inversiones que pueden realizarse con los remanentes de tesorería, que deben ser financieramente sostenibles y no incluir inversiones que supongan un gasto añadido para su mantenimiento. En total, el Fondo de Cooperación Municipal pretende dotar a los ayuntamientos de la Comunidad Valenciana de 80 millones de euros, de los que la mitad corresponden al Consell y el resto a las diputaciones. Aunque el gobierno del socialista Ximo Puig es el que se ha encargado de recuperarlo e impulsarlo, se trata de una medida creada por el PP en tiempos de Eduardo Zaplana como presidente autonómico, pero que nunca se llevó a cabo.

Así la cosas, el PSOE en la Diputación se muestra abierto a facilitar las cuentas a César Sánchez si se tiene en cuenta esta partida. Se trata de la condición sine qua non de Chulvi, que también ha pedido al PP la realización de un Plan de Empleo, el aumento de las partidas presupuestarias en las convocatorias en las que no se haya podido acceder a las peticiones de los Ayuntamientos así como partidas para organizaciones no gubernamentales destinadas a la cooperación internacional.

Otro foco de negociación al que puede acceder César Sánchez para conseguir, al menos, una abstención, es el Plan Objetiva de Compromís, formación que podría plantearse el gesto de no votar en contra de las cuentas si se aceptara en buena parte su plan estrella, algo que a priori no parece fácil. Aunque en un primer momento el presidente de la institución provincial señaló que algunas de las propuestas de este plan eran sensatas y que iba a tratar sus aportaciones «con cariño», lo cierto es que aún no se ha sentado con el portavoz de Compromís en la Diputación, Gerard Fullana, quien le pidió a finales de octubre una reunión formal para abordar la aceptación de sus propuestas y tantear su inclusión en los presupuestos de 2017. Fullana insistió ayer en que Sánchez tiene ahora «la oportunidad de demostrar el cambio que dice representar con respecto a modelos de gestión tradicionales del PP en la Diputación como el de Joaquín Ripoll». La máxima aspiración de Compromís es que Sánchez negocie los presupuestos bajo el espíritu del Plan Objetiva -un compendio de criterios técnicos y objetivos para repartir las subvenciones a los municipios- y reduzca en las cuentas del año que viene el porcentaje de ayudas a dedo.

La única que está dispuesta a negarse a aprobar las cuentas es la representante de EU, Raquel Pérez.