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Los señores de la guerra de la Diputación de Alicante

La batalla de los vicepresidentes abre una crisis en el Palacio Provincial que tiene como epicentro la figura del alicantino Carlos Castillo

Los señores de la guerra de la Diputación de Alicante

Rencillas, desacuerdos de gestión, padrinos y subidas de tono. Con estos ingredientes, el grupo popular en la Diputación de Alicante no podía cocinar otro plato que no fuera una batalla interna marcada por cierta hostilidad y la creciente tensión entre sus diputados, especialmente entre el grupo de los vicepresidentes. El máximo exponente de la guerrilla es el enfrentamiento que mantienen el vicepresidente tercero y diputado de Hacienda, Alejandro Morant, y el vicepresidente cuarto y portavoz del grupo popular, Carlos Castillo, entre los que existe una clara contraposición a la hora de entender la distribución de ayudas a los grandes municipios como Alicante, Elche o Benidorm.

Entre tanto, Castillo es mirado con recelo por otros diputados y son varias las voces en el seno del PP que le señalan como un foco de tensión. Llegó a la institución provincial como suplente después del veto de C's al hoy presidente provincial del PP, José Císcar, quien le respalda. No en vano, muchos se refieren a Castillo como el hombre de Císcar en la Diputación y como un dirigente que puede jugar un importante papel en el futuro del partido. Definido de forma unánime como una persona tremendamente ambiciosa y con aspiraciones, en los pasillos del Palacio Provincial se escucha alguna voz que se ha referido a él como el «alcalde de la Diputación». Morant no es el único que mantiene diferencias de criterio con Castillo. Adrián Ballester, el vicepresidente más joven del grupo, ha tenido desencuentros con el también concejal alicantino.

Con Eduardo Dolón jugando un papel de mediador y César Augusto Asencio alejado de esta disputa, la batalla de los vicepresidentes se ha convertido en un problema en tanto que la dinámica de la gestión del PP está marcada, fundamentalmente, por este segundo escalón, al que ahora se ha incorporado el diputado de Medio Ambiente, Javier Sendra, tras haber creado César Sánchez una sexta vicepresidencia. Sendra es un hombre pragmático que suele ubicarse siempre en el bando de los ganadores. Pero al final, sostienen en el PP, la disputa de estos «dos bandos», como reconocen cargos populares la situación, obligará a César Sánchez a intervenir.

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