Alejandro Morant llegó a la alcaldía de Busot en 2007. Y desde entonces ha sabido siempre «comerciar» con los votos que le otorga la mayoría absoluta que ha ido renovando en su municipio. Primero como apoyo de Joaquín Ripoll; luego para «matar» al que era presidente provincial del PP, alcanzar un sillón de diputado provincial por l'Alacantí con Luisa Pastor y ganar peso en el partido como coordinador comarcal; y finalmente para mantenerse con César Sánchez en una de las vicepresidencias como uno de los pocos alcaldes que le restan a los populares en el área de Alicante. Es el diputado de Hacienda pero, sin embargo, mantiene una enconada pugna con Carlos Castillo por el control de los presupuestos y por el reparto de ayudas de la Diputación que, en opinión de Morant, debe concentrarse en los pequeños municipios. Fiel a José Císcar, es temido sin embargo en las filas del PP por su «verbo fácil» y, la mayoría de las veces, inoportuno, especialmente en Facebook y en los grupos de Whattshap del partido.
