El equipo de gobierno en la Diputación Provincial contará en cuestión de horas con el primer movimiento de organización interna desde la composición de la nueva corporación, un cambio que se suma a otros recientes llevados a cabo por el presidente, César Sánchez, en su propósito de consolidar su mandato ante los distintos focos de tensión que se han fraguado a lo largo de año y medio de legislatura.
Sánchez, que ya ha realizado cambios recientes para potenciar a dos de sus vicepresidentes -Carlos Castillo y Eduardo Dolón-, ha decidido reforzar su entorno más cercano con una nueva vicepresidencia, para la que ya ha firmado un decreto. Esta nueva vicepresidencia -la sexta en la institución provincial- se la otorga al diputado de Medio Ambiente, Javier Sendra, cuya incorporación a la Junta de Gobierno se llevará por delante a la única mujer presente en este órgano, Mercedes Alonso, a quien Sánchez ha pretendido damnificar con un puesto como miembro de la Fundación del Museo Arqueológico Provincial (Marq).
El mismo César Sánchez avisó a Mercedes Alonso de que saldría de la Junta de Gobierno, algo que ella misma aceptó al continuar como miembro del Instituto Gil-Albert y ahora también del Marq.
Mientras Sánchez amplía su radio de control poco a poco y con sutiles toques de decreto, la batalla de los vicepresidentes se va enconando a un paso más rápido. Por un lado, el vicepresidente cuarto y portavoz del grupo popular, Carlos Castillo, se ha convertido en uno de los principales ejes sobre los que se asienta el presidente. Hombre clave en los presupuestos de la Diputación y responsable del área económica, mantiene desde hace meses una relación enconada con el diputado de Hacienda y Contratación, Alejandro Morant, a su vez vicepresidente tercero. Las diferencias de gestión entre ambos han provocado uno de los focos de tensión más importantes con los que tendrá que lidiar Sánchez. Morant ya ha mostrado ante éste y ante el propio Castillo su disconformidad con las subvenciones a ciudades como Alicante y Elche, según explican fuentes del Palacio Provincial, y se ha mostrado crítico con el millón de euros que la Diputación ha dado al Ayuntamiento que dirige Gabriel Echávarri para realizar el carril bici hasta la Euipo.
Por si fuera poco, la elaboración de los presupuestos de 2017, una cuestión que lidera directamente Carlos Castillo, no está contando prácticamente con Hacienda, separada ahora de Economía a diferencia de lo que ocurría en los mandatos anteriores. Mientras desde el área de Castillo se sostiene que la prioridad es la elaboración y que Hacienda lo que tiene que hacer es ejecutar, desde el entorno del área que dirige Alejandro Morant se considera «útil» que el diputado de Hacienda sepa de la confección de las cuentas.
Por otro lado, el presidente ha quitado al diputado de Transparencia, Adrián Ballester, sus competencias en el departamento de imagen audiovisual de la institución para dárselas a Castillo. Aunque las funciones de Ballester se reducían, en buena parte de los casos, a la firma sobre gastos o traslados, sí formaba parte de la planificación estratégica de campañas de visibilidad, algunas pendientes de realizar como la grabación de vídeos de las fiestas de los pueblos o un documental sobre Azorín. Si la relación de Ballester con Sánchez no es de las más fluidas, tampoco la fluidez caracteriza a la de Ballester y Castillo, quienes han mantenido algún desencuentro reciente por cuestión de formas.
En toda esta escena, la figura mediadora corresponde a Eduardo Dolón, a quien Sánchez ha otorgado la presidencia de la comisión de investigación para indagar la gestión de los últimos 12 años del PP en la Diputación. Lo que está evidenciándose cada vez más es que Castillo, un hombre al que desde el PP provincial algunos definen como un político con ambiciones y con gran preparación, es una figura que presenta tanta admiración como recelos en algunos sectores del PP, algo que no solo se ha visto en el grupo popular de la Diputación, sino a nivel del partido local. A nivel provincial, no hay que olvidar que Castillo cuenta con el respaldo directo del presidente de los populares, José Císcar.
Por otro lado, su talante ante el Consell sigue siendo el de lucha. Mientras Sánchez suaviza la tensión con Valencia, Castillo es una de las piezas que aviva el discurso duro contra el bipartito de Puig y Oltra, estrategia a la que recurre constantemente en los plenos de la Diputación. En esta carrera, tampoco estará lejos de Dolón y Ballester, con competencias muy marcadas (Turismo y Transparencia) en ámbitos que también gestionan consellers de la Generalitat.
Organismos autónomos
La diputada ilicitana Mercedes Alonso ha sido compensada por su salida de la Junta de Gobierno con el hueco en la Fundación Marq que deja Eduardo Dolón, quien sale para incorporarse a la Fundación del Auditorio Provincial de Alicante (ADDA). El puesto de Dolón es el que ha venido ocupando el diputado de Deportes, Pascual Díaz. Todos los decretos están ya firmados para que sean publicados en breve y los cambios se hagan oficiales.
