El presupuesto de la Generalitat Valenciana para 2017 seguirá siendo especialmente parco en transferencias para la Diputación de Alicante. Las cuentas del Consell para el año que viene arrinconan a la institución provincial -y en general a las tres diputaciones de la Comunidad Valenciana- y sólo remitirán las subvenciones básicas anuales para el Hogar Provincial y para la Fundación del Museo Arqueológico Provincial (Marq), dotadas con 252.800 euros la primera y 140.000 euros la segunda al ser la Generalitat Valenciana uno de los patronos de la fundación del museo. La transferencia de capital más alta, la destinada al Hogar Provincial, procede de la conselleria de Igualdad y Políticas inclusivas, cuya responsable es la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y que destinará en total 488.770 euros en inyecciones directas a las diputaciones a través de la secretaría autonómica de Inclusión.
Se trata de gastos corrientes que el ejecutivo autonómico mantiene congelados para el año que viene y cuyo destino es el funcionamiento y gestión de estos dos organismos autónomos, ambos bajo control a día de hoy de la institución provincial. El propio Consell recoge estas dos partidas en un «dossier» que concreta las principales transferencias de la Generalitat a la provincia de Alicante (inversiones y subvenciones para gastos corrientes) y donde no se recoge ninguna consignación más vinculada a la Diputación Provincial, que el año pasado contó con una ayuda al plan de formación para el empleo que alcanzó los 250.000 euros.
Se trata de cantidades que distan cuantitativamente de lo percibido por otras instituciones provinciales -como por ejemplo las andaluzas- con un mayor papel inversor del gobierno autonómico. «Lo que la Generalitat aporta a la Diputación de Alicante es irrisorio, y no solamente eso, es que este nuevo Consell si por algo se caracteriza es por su intención de esquilmarnos tanto en competencias como económicamente», señalaba ayer a preguntas de este diario el portavoz del PP en la Diputación de Alicante, Carlos Castillo.
Nada de nada
Si bien es cierto que la Generalitat Valenciana no se caracteriza precisamente por sus transferencias a las diputaciones, ha habido tiempos mejores. Lejos quedan, por tanto, esas cuentas de la Generalitat que incluían partidas para obras en carreteras, infraestructuras hídricas o Deportes, sin ir más lejos en 2014 (último presupuesto elaborado por el PP), que contemplaba 500.000 euros para las diputaciones en materia deportiva. El año pasado, las primeras cuentas del nuevo Consell presupuestaron 774.000 euros en adecuación de carreteras de la red viaria de la provincia de Castellón cuyo destinatario fue directamente la Diputación de esta provincia. Según concretaban los presupuestos de 2016, se trataba de pagar actuaciones de la red viaria de titularidad provincial por los compromisos ejecutados pendientes de pago. En las cuentas para el año que viene tampoco viene concreción alguna para el centro de salud mental Doctor Esquerdo. Este diario intentó sin éxito conocer a través de la Conselleria de Sanidad si existía alguna transferencia integrada en alguna partida genérica cuyo destino fuera este centro sanitario provincial.
Lo que sí contemplan las cuentas del Consell para el año que viene son ocho millones y medio de euros para el Consorcio Provincial de Bomberos -dependiente de la Diputación de Alicante- por ser la institución que más dinero aporta. Este gasto corriente de la conselleria de Presidencia para sostener el funcionamiento del cuerpo provincial ha sido similar al de los últimos años pese a las necesidades que requiere, ya que se encuentra actualmente con un problema importante de falta de personal y con un porcentaje de envejecimiento de su plantilla elevado. La junta de personal denunció en septiembre que el 40% de sus efectivos sobrepasaba los 50 años. Las grandes inversiones del Consell en la provincia de Alicante -aportaciones directas de fondos sin intermediarios- se irán a la salida de la Volvo Ocean Race en octubre del año que viene, al túnel de la Serra Grossa, al postrasvase del Júcar-Vinalopó y al centro cultural de Benidorm, donde se integraría en conservatorio de danza.
