El presidente de la Diputación, César Sánchez, ha cogido el guante que le lanzó la vicepresidenta del Consell y líder de Compromís, Mónica Oltra, para reunirse en una convocatoria con una marcada agenda de política social. Una cita que a la vez tendrá una enorma carga política en tanto que se trata del primer «cara a cara» entre el titular de la Diputación -la principal institución que le resta al PP- y uno de los dos líderes del gobierno valenciano. Será el 13 de diciembre a partir de la una de la tarde en el Palacio Provincial, cuyas dependencias visitará la número dos de la Generalitat. Cabe recordar que ambos dirigentes sí han acordado una reunión cuando, por contra, César Sánchez y el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, continúan sin compartir una convocatoria oficial.
La vicepresidenta del Consell y responsable autonómica de Bienestar Social -uno de los departamentos que más crece en los presupuestos de 2017 al pasar por vez primera en la historia de los mil millones- llega con un listado de cuestiones sociales bajo el brazo que incluye la coordinación de ambas administraciones para acciones conjuntas, el futuro del Instituto de la Familia Pedro Herrero y la situación del Doctor Esquerdo, las antiguas instalaciones psiquiátricas de la institución provincial ahora convertidas en un servicio público de atención para crónicos.
La agenda que César Sánchez quiere ponerle encima de la mesa a la vicepresidenta Oltra es algo más amplia. La Diputación, conforme a la moción aprobada en el último pleno por los diputados del PP y el tránsfuga Fernando Sepulcre, quiere abordar el traspaso definitivo a la Generalitat del Hogar Provincial, el del mencionado Doctor Esquerdo y además abordar la situación del servicio de la teleasistencia domicialiaria. La gestión de todos estos centros le cuesta a la corporación alicantina, conforme a sus presupuestos, unos 25 millones anuales.
Fuentes provinciales, sin embargo, confirmaron que la intención de César Sánchez es reclamarle a la Generalitat una «deuda histórica» a raíz de la gestión de servicios sociales por importe de unos 70 millones. Y sobre todo incidir en la «autonomía» de la Diputación con un proyecto, apuntaron, que «no está subordinado» a la Generalitat. No se trata de una reflexión menor. Ni mucho menos. La visita de Oltra tiene calado político en tanto que se adelanta a Ximo Puig, con el que el titular de la Diputación mantiene una relación de mera cortesía institucional. César Sánchez ha intentado rebajar la tensión pero parte de su equipo mantiene el volumen de la alta tensión en contra de las decisiones del gobierno valenciano de izquierdas.
