Con los últimos datos del paro certificando una reducción del número de desempleados y un aumento de la ocupación, las prioridades del Servef se concentran para 2017 en la mejora de la calidad del trabajo. El Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) cuenta para esos objetivos con un 6,5% más de presupuesto, hasta llegar a los 317 millones.

El organismo que dirigen Enric Nomdedéu y Rocío Briones es un monstruo presupuestario que casi supera en volumen a la Conselleria de Economía, de la que depende.

En este sentido, la conselleria enfoca el gasto a la mejora de la situación de los colectivos más vulnerables, como son los jóvenes, los parados de larga duración y las personas en riesgo de exclusión social. Para la inserción laboral de estos grupos se ha dotado una partida con 73,8 millones, un 32% más que en 2016. Igualmente, crece un 6,5%, hasta los 79,4 millones, la partida presupuestaria destinada a fomento del empleo, consolidando los programas de emprendedurismo innovador, ocupación de las personas sin trabajo y problemas de inclusión social, y planes de contratación para los jóvenes.