Rebajar la tensión al máximo para tratar de frenar la crisis interna del socialismo valenciano y, sobre todo, calmar a los socios del pacto de izquierdas en el Consell. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, pidió ayer, en su primera intervención pública de la última semana tras la decisión del PSOE que facilitará el gobierno a Mariano Rajoy, que se evite la confrontación dentro de la organización y rechazó de plano que se adopten sanciones contra los diputados que decidan romper la disciplina de voto para mantenerse en el «no» en la investidura de Rajoy. Pero además, en estos momentos, lo que más preocupa al titular del Consell es el plano institucional y Ximo Puig quiere ofrecer la imagen de que, a pesar de lo que voten sus parlamentarios en el Congreso, su posición es nítida en defensa de los intereses de la Comunidad Valenciana: ofrecerá a Compromís y Podemos -sus socios en el Pacte del Botànic- acordar una agenda conjunta con los grandes temas de la Comunidad para redoblar la presión reivindicativa en Madrid.

Durante una comparecencia que se produjo al término de un acto en el Palau de la Generalitat, Ximo Puig justificó su voto en el Comité Federal del PSOE a favor de la abstención del partido en la investidura de Mariano Rajoy como una decisión «absolutamente instrumental» con el objetivo de «desbloquear» la situación política de España, después de 365 días sin Gobierno. «Ni es una decisión ideológica, ni es una decisión ética, ni es una decisión moral, es una decisión instrumental», insistió para rebajar la tensión que se ha instalado en el PSPV. Para el líder de los socialistas valencianos, «ante una situación muy complicada, había dos caminos: u otras elecciones o intentar desbloquear técnicamente de manera absolutamente instrumental esta situación y se ha optado por este segundo camino para que haya un Gobierno y que funcione la legislatura», detalló.

La tesis de Puig es que, tras casi un año de bloqueo, «la mayoría de los ciudadanos claramente no querían que hubiera otras elecciones». «El 65% de los valencianos no quería ir a nuevas elecciones y la mayoría de la población pensaba que había que desbloquear esta situación», aseveró. El titular del Consell es partidario de que, desde la oposición, los socialistas puedan marcar un perfil propio e intentar condicionar políticas de un gobierno que, en cualquier caso, será débil al contar sólo con 134 parlamentarios en su bancada. «Es una mala noticia para el señor Rajoy gobernar en minoría. Para mi, no ha cambiado nada. Un Gobierno en minoría del PP deberá ser sensible a una mayoría parlamentaria diferente en algunas cuestiones», advirtió Ximo Puig que, en esta situación, no concede «ningún crédito» al nuevo gobierno de los populares que volverá a encabezar Mariano Rajoy con la abstención socialista.

Tomada la decisión, a Ximo Puig le acucia ahora la necesidad de poner paños calientes al malestar que ha surgido tras alinearse con la abstención que favorece a Rajoy para, sobre todo, calmar las aguas del Consell. Así, desde el PSPV, según explicó el presidente, van a plantear que todo aquello que se acuerde en el Pacte del Botànic y que tenga «referencias en Madrid», avanzó, se consensúe con Compromís pero también con Podemos y otros grupos como Ciudadanos, para que desde el «Parlamento se orienten claramente las políticas del Gobierno de España». Es decir, Ximo Puig propone a sus socios y también a C's, que ha votado junto a la izquierda asuntos como la apertura de Canal 9, diseñar una agenda conjunta de asuntos relacionados con la Comunidad para redoblar la presión y elevar el nivel de la reivindicación frente al nuevo ejecutivo del PP.

Preguntado por las declaraciones del líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, que ha avisado de que ahora va a ser «más exigente» con el PSPV porque, tras su voto este domingo en el Comité Federal a favor de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy, ya no confían en «sus buenas intenciones», Puig señaló que el PSPV está «cumpliendo un acuerdo de Gobierno y sería una situación un poco ilógica que por otro ámbito de decisión se tomaran decisiones aquí». Eso sí, dejó claro que su opinión sobre Rajoy y sobre el PP «no ha cambiado en absoluto». «No voy a apoyar al señor Rajoy para nada, simplemente he visto que en este momento había que tomar algún tipo de decisión que favoreciera el interés general y que este interés era desbloquear esta situación», subrayó antes de adelantar que reforzará el perfil territorial de su mensaje. «Continuaremos reivindicando aquello que es fundamental para los valencianos como es la financiación, las inversiones que nos corresponden... Vamos a hacer lo que estamos haciendo con más fortaleza y con la autoridad moral de haber sido capaces de poner el interés general por encima del interés partidario», argumentó Ximo Puig.

Frente común con los socios que conforman el Pacte del Botànic y a la vez rebajar la tensión dentro del partido. El líder de los socialistas valencianos, de hecho, aseguró que no hay «ruptura» en el seno del socialismo en toda España, sino «distintas maneras de ver una situación política», algo que «pasa en los partidos democráticos». Puig expresó su «respeto» por las opiniones de todos y apuntó que el partido ha hecho «un ejercicio de responsabilidad». «El peso de la responsabilidad muchas veces tiene consecuencias a corto plazo, pero estoy convencido de que a medio y largo plazo todos los ciudadanos españoles y valencianos entenderán lo que significa poner por delante el interés general», auguró para intentar justificar la decisión del PSOE de facilitar la investidura de Mariano Rajoy.

Según explicó Puig, defiendo la «diversidad», por lo que rechazó ejercer «presiones» sobre sus compañeros. «Es verdad que en el conjunto del PSPV hay posiciones diferentes respecto a esta cuestión y todas legítimas. Esto no es una cuestión religiosa, ni un debate de buenos y malos maniqueo, todo el mundo tiene una opinión y finalmente se ha expresado», aseveró. A partir de ahí, avisó, «una vez se llega a un órgano colegiado y se toman decisiones, se tienen que acatar, no se puede solo aceptar si gana tu posición». Preguntado por los diputados socialistas, que han mostrado su intención de mantener el «no» a Mariano Rajoy en la investidura, ha advertido de que la decisión del Comité Federal «vale lo mismo para el PSPV que para todos. Si tú participas en una votación tienes que ser consciente de que tienes que acatar la decisión».

Aún así, ha manifestado estar «en contra de la confrontación por definición» y ha abogado por «buscar fórmulas de entendimiento» y que esta semana se dialogue. «Desde luego, yo no soy partidario ni de confrontaciones ni de expulsiones», reiteró en la línea de otros dirigentes del PSPV como el síndic en las Cortes, Manolo Mata. «Es una decisión instrumental para desbloquear. Ahora nos compete a todos y nos compromete a todos», dijo aunque se mostró partidario, concluyó, de que se «evidencie claramente que estamos en contra de las políticas de Rajoy y que por tanto, no hay ningún acuerdo con el PP ni hay ningún cambio de rumbo del PSOE».