Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El PP condiciona la inversión en la Comunidad a que Rajoy tenga votos suficientes

Los partidos aprovechan el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía para reprochar a los populares el «saqueo» a los valencianos por los casos de corrupción en la Comunidad

La falta de gobierno estable en España pivotó ayer por toda sala del Congreso de los Diputados durante el debate sobre la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana y los partidos mayoritarios se llevaron a su terreno el gobierno en funciones de Mariano Rajoy. Concretamente, el PP condicionó la mejora de la inversión en la Comunidad a lograr los votos suficientes para poder formar un gobierno cuanto antes que permita tramitar la reforma del Estatuto, que prevé que las inversiones del Estado sean equivalentes al peso de la población por siete años a razón de 500 millones por ejercicio.

El encargado de utilizar esta estrategia de la paralización si no hay un gobierno cuanto antes fue el diputado del PP por Alicante, Gerardo Camps, que ayer reapareció en la esfera pública después de haber estado «escondido» por su propio partido durante la última campaña electoral tras salir a la luz sus gastos en hoteles y «comilonas» con dinero público durante su etapa como conseller de Economía.

Camps instó indirectamente al PSOE a dar su apoyo a Rajoy para poder empezar cuanto antes a tramitar la reforma del Estatuto, un asunto que ayer se debatió por tercera vez en el Congreso por las consecutivas disoluciones de las Cortes en el último año. «Si a aquellos que dicen que les importan los valencianos les importaran de verdad no impedirían que se formara un gobierno», señaló el parlamentario. «Sin gobierno no hay legislatura, oposición ni revisión del modelo de financiación autonómica», manifestó, y culpó a PSOE, Compromís y Podemos de impedir una investidura pese a criticar el bloqueo que padece la reforma del Estatuto. Serán estos grupos los responsables, dijo, de que el Congreso tenga que ir a un cuarto debate para abordar otra vez la misma reforma.

Delegación valenciana

Una nutrida delegación de las instituciones valencianas, incluido el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, estuvo presente en el debate desde la tribuna. Y de nuevo representantes de las Cortes Valencianas defendieron la tramitación de la reforma durante la apertura del pleno: la portavoz del PP en las Cortes, Isabel Bonig; el síndic del PSPV, Manuel Mata y su homólogo por Compromís, Fran Ferri, quien intervino en primer lugar para defender la falta de inversión en infraestructuras en la Comunidad. «Que no nos hagan creer que la falta de gobierno es la causa de la discriminación», subrayó. Por su parte, Mata aprovechó para destacar «el nido de corruptos» en el que se había convertido la Comunidad Valenciana; criticó el sistema de ayudas con los Fondos de Liquidación Autonómicos (FLA) y recordó que en los 20 años de gobierno del PP la deuda por cada valenciano ha pasado de 600 euros a 9.000 euros. Isabel Bonig, envalentonada y con un discurso agresivo, acusó al gobierno valenciano de victimista. «A la política se viene llorado y aprendido», sentenció, y añadió que la falta de inversión en la Comunidad por el sistema de financiación actual tiene un nombre claro y una fecha concreta correspondiente al momento en el que empezó a gobernar el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. El tono más duro lo reservó para atacar «a los radicales», en referencia a los socios de gobierno de Ximo Puig, a los que acusó de implantar la cultura separatista. Todo ello cuando han pasado tres semanas de la reunión que Ximo Puig mantuvo con el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, para estrechar relaciones.

Tras la intervención de Bonig, un acalorado Joan Baldoví tomó la palabra para repetir varias veces que la gestión del PP en la Comunidad Valenciana había sido una «vergonya». El portavoz de Compromís en el Congreso -integrado en el Grupo Mixto- convirtió su intervención en un duro ataque a la gestión de Bonig como consellera de Infraestructuras. También se incendió con el diputado de C's, Toni Cantó, que pidió a Puig que abandone a sus socios de gobierno y que ridiculizó al conseller de Economía, el alicantino Rafa Climent, por estar al frente de áreas de tanto peso como Economía, Comercio y Trabajo siendo profesor de griego. «Le recuerdo que es usted un actor», le contestó Baldoví a Cantó. Finalmente, todos los grupos parlamentarios votaron a favor de la la disposición que permite iniciar el trámite de la reforma menos C's, que mantuvo su abstención como ya lo hizo en el debate de abril.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats