Los dirigentes de Podemos intentan esquivar la batalla que se vive en la formación y vinculan la situación a diferencias de matiz o, incluso, a una crisis de crecimiento. Lo cierto, sin embargo, es que la guerra dentro de la formación morada ya se extiende por todos los frentes. Hay pugna por el rumbo del conjunto de la organización entre Íñigo Errejón y Pablo Iglesias. Fractura en la Comunidad y en la provincia no sólo entre los partidarios de los dos grandes referentes de Podemos sino también por el futuro de la estructura territorial, golpeada por las destituciones en la cúpula autonómica, la inestabilidad del grupo en las Cortes, la incertidumbre de la estrategia política sobre la entrada en el Consell y el riesgo de caer engullido por Compromís en 2019. Y ahora también empiezan a volver a aflorar más problemas en la ciudad de Alicante.
El movimiento que debe culminar con la renovación de la gestora que dirige la formación morada en la capital alicantina -un órgano directivo impuesto después del «pucherazo» en las anteriores elecciones internas- ha terminado por destapar las diferencias internas dentro del colectivo de Podemos en la ciudad de Alicante. No sólo por el papel de la gestora, hasta ahora casi inexistente y sin jugar ningún rol en la escena política de la capital alicantina; sino también por la posición de Guanyar, en el consistorio alicantino. Podemos, como se recordará, se integró en esa confluencia municipal junto a EU de cara a las elecciones locales de 2015. La formación morada apenas «tocó» poder de unas siglas copadas por militantes de EU, que ahora tienen el control absoluto del grupo municipal después de que Nerea Belmonte, la única edil podemita, se convirtiera en tránsfuga como no adscrita a raíz de las polémicas adjudicaciones como edil de Bienestar Social, el área que dirigía.
En un documento, Carlos Torres, uno de los adheridos a Podemos que suena como posible aspirante a la secretaría general en Alicante, pide la necesidad de abrir un debate sobre la «deriva» de la formación; al tiempo que carga contra la gestora por su falta de actividad: sólo han hablado, denuncia Torres, dos veces «una para desacreditar a Nerea Belmonte y la segunda para criticar a su entorno»; pero también por su «inoperancia». El aspirante, que ni confirma ni desmiente aún su decisión de optar a la secretaría general, reprocha a la cúpula provisional de su partido que no tenga posición sobre la actuación de la concejal Julia Angulo, sobre los graneles del Puerto, la instalación de Ikea o los horarios comerciales. «Ni una sola reunión ni una sola asamblea en 10 meses con las bases», apunta con unas palabras que son otro golpe a Guanyar.
