La fractura existente en el seno de Podemos entre el líder nacional de la formación, Pablo Iglesias, y su número dos, Íñigo Errejón, se traslada también a la Comunidad Valenciana por mucho que oficialmente los cargos más visibles de la formación eludan hablar de «división» y de posturas distintas. El «rifirafe» que protagonizaron el martes Iglesias y Errejón a través de Twitter ha sido interpretado públicamente por responsables de Podemos en Alicante y en la Comunidad como un «debate abierto», y aunque esta consigna se haya impuesto en los principales líderes de la formación morada, hay gestos que definen hacia qué lado se inclina cada uno. Ambos han abierto ya la guerra en la red social de los 140 caracteres.

El líder de Podemos en la Comunidad Valenciana, Antonio Montiel, mostró su respaldo a Iñigo Errejón en Twitter y retuiteó la respuesta que el número dos de Podemos lanzó en la red social para mostrar su desacuerdo con su secretario general. Iglesias escribió un tuit en el que apostó por mantener el discurso duro que han defendido hasta ahora los «pablistas» para seguir «dando miedo a los sinvergüenzas» y Errejón le contestó que con miedo no se seduce a los votantes ni se gana su confianza.

Montiel, que llegó al cargo de secretario general de Podemos en la Comunidad de la mano de Errejón, ha mostrado con su retuit su posicionamiento, aunque no ha realizado ningún comentario en la red social para defenderle de forma directa -como se ha visto con otros cargos de Podemos que salieron en tromba a dar la cara por Iglesias-, pero el mero gesto de retuitear a Errejón deja claro hacia qué lado cae el peso de la cúpula de la formación en la Comunidad Valenciana. En declaraciones a este diario, Montiel dijo ayer que tanto Iglesias como Errejón «están en el mismo proyecto, pero son hombres muy diferentes en temperamento y carácter». «No le doy mayor importancia, en la comunicación por las redes sociales lo que prima es la emoción. En Podemos, cada podemista es una opinión, y eso también es nuestra riqueza. Hay un objetivo político conjunto y las diferencias de matiz son saludables», sostuvo Montiel.

Fuentes de la formación de la Comunidad, por otro lado, también niegan que exista una bicefalia en el partido y defienden que la «externalización» del debate interno manifestada por Iglesias y Errejón, que a todas luces está evidenciando la existencia de dos sectores en el seno de la formación morada, es sana y marca la diferencia con la «casta». A esta postura diplomática se adhirió ayer la diputada de Podemos por Alicante, Rita Bosaho, quien negó rotundamente que exista una crisis en el partido. «Más bien hablamos de política abierta. El debate nos enriquece», señaló Bosaho, quien rechazó en todo momento hablar de ruptura y diferencias.

Desde la gestora que Podemos tiene en Alicante también se intenta tapar el conflicto hablando de «debate externo» y no de discrepancias y algunos concejales de Podemos en la provincia de Alicante consultados por este diario eludieron realizar manifestaciones al respecto.

Por contra, en la línea que mostr aron en público otros dirigentes de la formación a la hora de admitir diferencias, la edil de Podemos en Alcoy, Naiara Davó, defendió el discurso «diferenciador, más claro y fresco» de Pablo Iglesias, aunque evitó hablar de ideas contrapuestas. «No creo que haya líneas distintas y antagónicas, sino una contraposición de ideas y propuestas que muestran distintos puntos de vista», opinó.

La disputa entre ambos dirigentes aparece en un momento en el que Podemos intenta salir de los distintos baches que ha tenido que saltar en la Comunidad Valenciana, entre ellos la crisis por el caso Nerea Belmonte en Alicante, la destitución de Covadonga Peremarch por el «pucherazo» en las primarias para elegir dirección en la capital alicantina o la destitución de su secretaria de organización autonómica, Sandra Mínguez, a quien Montiel sacrificó en julio tras varias discrepancias. A ello habría que sumar el varapalo que la formación sufrió en los últimos comicios nacionales del pasado 26 de junio.