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Secretario general de Podemos en la Comunidad Valenciana

Antonio Montiel: «Nuestra prioridad ahora no es entrar en el Consell»

Un año después del Pacto del Botánico sostiene que han faltado cambios profundos

El líder de Podemos posa tras ser entrevistado por este diario. héctor fuentes

¿Hay ya fecha para sentarse usted, Ximo Puig y Mónica Oltra para abordar la renovación del Pacto del Botánico?

Todavía no por las vacaciones. Quedé en que esta semana pondríamos fecha para una primera reunión, de tipo técnico, para examinar el documento sobre nuestras reflexiones respecto al primer año del Pacto del Botánico y para estudiar una segunda parte de ese documento con la consulta a los inscritos de Podemos. Hemos recogido 1.000 contestaciones que nos ayudan a tener un material para evaluar los resultados.

¿Está satisfecho con el primer año de gestión?

Ha sido un año para recuperar la dignidad de las instituciones, pero el gobierno está siendo lento en reformas estructurales. En política económica, con el cambio de modelo productivo en general, hay demasiada lentitud. Los cuestionarios que hemos hecho reflejan avances en materia de regeneración democrática, pero no en reformas más profundas, o en la política de los autónomos o de vivienda. En su conjunto se han cumplido un 35% por de los objetivos del Consell según el documento. Eso quiere decir que hay que ir más allá y dejar ya esa actitud defensiva que tiene el gobierno valenciano. Dejar de mirar tanto por el retrovisor, cambiar la luz corta por la luz larga y abordar grandes reformas.

Y la herramienta con la que cuentan para abordar esas grandes reformas son los presupuestos de 2017. ¿Se avecina una negociación dura con el gobierno en la que Podemos apriete las tuercas para aumentar su capacidad de actuación?

Nosotros asumimos los presupuestos de 2016 de una forma adaptada a un primer año con una herencia como la que se encontró el gobierno, pero hay que empezar a asignar los recursos a esas políticas y eso exigirá una negociación más dura. Queremos un presupuesto por objetivos, que sean medibles y evaluables, no que se concentre en partidas y grandes subvenciones. Hay que abordar un cambio de modelo económico y eso incluye suelo industrial, urbanismo, el Servef o el modelo turístico, integrar el tejido financiero que queda en políticas financieras o hacer un plan de recuperación del talento, y eso no solo es aumentar las becas.

¿Cómo va a determinar ese descontento la relación de Podemos con el Consell?

Nosotros somos unos socios leales, y hemos dado muestra de ello, pero siempre que se cumpla el acuerdo del Botánic, no con un cheque en blanco. Tenemos que colocar el centro de la política en el Parlamento y sacar el debate a la calle. Lo que digo es que seremos mucho más exigentes porque es hora de que el gobierno tenga más ambición.

¿Qué condiciones se tienen que dar para que entren en el gobierno?

Todo tiene que ser fruto de un debate político interno. El acuerdo del Botánico se revisa cada cuatro meses, pero una vez transcurrido un año de la toma de posesión la revisión tiene que ser más ambiciosa. No vamos a pedir entrar en el gobierno, nuestra prioridad es otra y pasa por evaluar al Consell y adoptar ya decisiones estratégicas, no solo para el próximo año, sino incluso en clave de legislatura, porque al final hay que hacer reformas en profundidad. Eso es una herramienta fundamental a la altura de una democracia avanzada. O la transformación radical del Servef , que tiene 1.300 empleados públicos. Son temas muy importantes para abordarlos con más profundidad, no solo con una revisión ordinaria del Botánico.

Precisamente con la remodelación del gobierno valenciano se ha creado la secretaría autonómica de Ocupación de la que se ha dicho que podría estar reservada a Podemos si entrara en el Consell. ¿Qué hay de cierto en ello?

No lo creo. No nos hemos planteado ningún debate sobre consellerias o departamentos. Se trata de una reflexión que trasladamos al presidente y a los medios en otras ocasiones y quizás por ello Puig ha sido receptivo y ha adoptado esta medida.

¿Sigue pensando que su formación es más útil fuera que dentro del gobierno valenciano?

Cuando hicimos la valoración en mayo de 2015 de entrar o no en el gobierno nos pareció más útil quedarnos como un elemento de articulación entre el gobierno y los movimientos sociales, sindicatos y fuerzas que contribuyeron al cambio político. Hoy en día pensamos que este año hemos hecho un trabajo importante en el Parlamento, y que ese debate está por abordar. Nuestra prioridad no está en decidir la entrada o no en el gobierno, sino en evaluar si el gobierno del Botánico ha colmado las expectativas de la ciudadanía, si hay que hacer énfasis en algunas políticas públicas, si hay que ampliar en materias donde el acuerdo se quedó corto, en definitiva, evaluar si el gobierno valenciano está siendo valiente, y a la vista de los resultados queda mucho por hacer. Lo demás no es prioritario.

¿Qué propuestas para la renovación del Pacto del Botánico afectan a la provincia de Alicante y qué reformas buscan para esta provincia?

Alicante ha sido históricamente olvidada por la mala vertebración territorial y hay que replantearse las cercanías y el ferrocarril, el eje Alicante-Elche o el modelo de ocupación del suelo. También ha habido políticas sociales olvidadas por las realidades diversas de la Vega Baja, l'Alacantí o l'Alcoià. Hay que replantearse inversiones más decididas en la potenciación del turismo de interior y el mantenimiento de la huerta de la Vega Baja, donde hace falta una política específica con marca específica de la Vega Baja.

¿Qué le ha parecido la remodelación del Consell?

La remodelación ha sido fruto de pequeñas crisis internas y por ello el Consell se ha intentado afianzar en algunas áreas. Pero no han sido cambios estructurales. Ha sido un cambio de personas más que de políticas. Sí aplaudimos la creación de una secretaría autonómica en materia social y vamos a ver qué pasa con la de ocupación para empezar a valorarlo todo con más conocimiento.

¿Le parece creíble el discurso de la nueva política con casos como el de Nerea Belmonte en Alicante?

El caso de Nerea Belmonte, o el de Covadonga Peremarch, son ejemplos de que este partido actúa con celeridad y de que nos tomamos muy en serio el discurso de la nueva política y del rigor ético, pero desgraciadamente las leyes electorales permiten que el concejal conserve su acta con independencia de la organización. Ella ha presentado un recurso ante el Comité de Garantías Democrático, lo que evidencia que nuestra normativa interna garantiza el derecho a la defensa de cualquier miembro de la organización. Tampoco tenemos que olvidar que Belmonte estaba en el Ayuntamiento como miembro de Guanyar, no como miembro de Podemos.

¿Cree que el pacto anticorrupción entre PP y C's tiene alguna utilidad?

Ciudadanos se ha resignado a ser la muleta del PP y después de un momento de efervescencia en el que se presentaron como Adalid de la nueva política, han acabado demostrando que al final responden a intereses económicos y del IBEX 35 y otras fuerzas financieras que les empujan a ese encuentro con el PP. Es un acuerdo muy pobre, que incluso ha sido muy revelador que el PP imponga a C's eliminar las referencias a Bárcenas, lo que supone que el PP interprete lo que le dé la gana.

¿Qué le pareció que Oltra lanzara la posibilidad de acercarse a C's para un acuerdo de izquierdas con PSOE, Podemos, EU y Compromís?

Ciudadanos ya se ha excluido de un gobierno progresista, pero tal y como están las cosas no está todo perdido porque Rajoy no logrará la investidura y a partir del día siguiente se abre un tiempo en el que aún es posible un acuerdo diferente. El no del PSOE es legítimo pero no tiene sentido, y después de la sesión de investidura tendría que dar un sí a un acuerdo más amplio. Que C's participe de ese acuerdo ya es más difícil porque se habrá quedado en el apoyo a Rajoy y en el fracaso de la investidura, pero en cambio, crear un acuerdo para que Pedro Sánchez asumiera la presidencia con el apoyo de Podemos y otras fuerzas sería posible. Aún hay tiempo para que el PSOE dé ese salto y no caer en el fracaso colectivo de unas terceras elecciones.

¿No cree que el tándem Puig y Oltra está empañando la visibilidad pública de Podemos?

Estar en el gobierno te da más acceso a los medios de comunicación y eso conlleva que Puig y Oltra rentabilicen mejor cualquier decisión política aunque la iniciativa política haya sido iniciativa de Podemos. Esto es una servidumbre que en mayo de 2015 asumimos conscientemente no entrar dentro del gobierno. Lo que no estamos dispuestos a renunciar a nuestro papel de interlocutores con la sociedad civil en el Parlamento. Eso nos obliga a ser muy exigentes con el gobierno y muy autoexigentes.

Usted mantuvo un pulso con sus socios de gobierno por la situación en la que quedaban los extrabajadores de Canal 9 con la nueva ley que devolverá a la Comunidad Valenciana una radio y televisión públicas. ¿Por qué decidió «recular»?

Había una necesidad de reparación jurídica que ofrecer a los extrabajadores y de poner medios jurídicos para que a la hora de establecer puestos idénticos a los ya existentes, aquellos trabajadores que habían aprobado la oposición accedieran al trabajo por medio de una vía que reconociera esa oposición superada. Eso no afectaba a los 1.600 trabajadores y no cuestionaba que en la nueva RTVV hiciera falta nuevos trabajadores. Nos hubiera gustado ir más lejos pero en política tienes que luchar por lo que crees pero favorecer también el acuerdo y el consenso aunque no consigas todo lo que quieras.

¿Va a haber cambios en su organización en Alicante?

Desde enero hay una comisión gestora que está funcionando satisfactoriamente, pero vamos a hacer unas elecciones primarias en Alicante para resolver y acabar con esa situación de interinidad.

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