Reforzar su alianza con los municipios, poner en valor su importancia para los pueblos, dar réplica a los partidos que propugnan su desaparición y potenciar el mensaje de gobierno provincial -desmarcándose así de la Generalitat-. Esos son algunos de los objetivos que se ha marcado la Diputación de Alicante con la puesta en marcha de su primer reglamento de funcionamiento. Aunque el equipo de gobierno -PP- maneja de momento un borrador de ese documento, en él ya se pueden apreciar a las claras los fines que persigue la corporación que preside César Sánchez. El texto, de 48 hojas y al que ha tenido acceso este diario, supone toda una declaración de intenciones. En primer lugar, porque refuerza el papel que desempeña día a día la institución y, por ende, trata de acallar las voces que propugnan la desparición de las diputaciones. Entre ellas, la de Ciudadanos (C's), curiosamente el partido que aupó a César Sánchez a la Presidencia y que ahora se ha quedado sin representación en la avenida de la Estación tras la «espantá» del tránsfuga Fernando Sepulcre.
Pero, ¿cómo se reivindica la corporación provincial en el reglamento? Sobre todo, tejiendo esa alianza con los alcaldes. Al margen del articulado puramente técnico que regula los derechos y deberes de los diputados, el borrador contempla una serie de medidas para potenciar sus vínculos con los pueblos y ciudades de la provincia. Así, por ejemplo, la institución pretende dar voz a los alcaldes en sus sesiones plenarias. «Los/as Alcaldes/as de la provincia podrán solicitar intervenir ante el Pleno con el fin de informar de aquellos asuntos concretos de especial relevancia que sean propios de su municipio», reza el primer apartado del Artículo 88. Y añade: «En cada sesión ordinaria del Pleno se podrán sustanciar en el punto de 'Intervenciones Escaño 32', como máximo, tres solicitudes de intervención de Alcaldes/as».
Los primeros ediles deberán formular la solicitud por registro y tendrán que detallar de qué quieren hablar. Con posterioridad, esas peticiones pasarán a la junta de portavoces -en la que están representados todos los grupos políticos- y en ella se aprobarán o descartarán. Una vez que se les dé luz verde se comunicará la decisión a los regidores y tendrán un turno de palabra máximo de cinco minutos.
Esta no es la única medida incluida en el reglamento para trasladar una imagen de cercanía con los municipios. Otra evidente está recogida en el Artículo 41, que contempla la itinerancia de las sesiones plenarias. «Con motivo de acontecimientos o efemérides de especial relevancia, libremente apreciadas por la Presidencia, y mediante resolución motivada y notificada a todos los miembros de la Corporación, las sesiones plenarias podrán celebrarse en municipios de la Provincia, haciéndose constar en Acta estas circunstancias», explicita.
Y hay más. El equipo de gobierno también quiere impulsar un foro municipal bienal en el que se reúnan los 141 alcaldes de la provincia. Objetivo: confrontar ideas y abordar aspectos «exclusivos» de ámbito municipal. «Habrá una primera intervención del Presidente y seguidamente dará la palabra a los alcaldes y alcaldesas que lo soliciten, tras ello podrán ser respondidos por el Presidente o, en su caso, los miembros de su equipo de gobierno», tal y como consta en el borrador.
Hasta ahí, la alianza con los alcaldes. Otros artículos del reglamento representan todo un desmarque a la Generalitat y la potenciación del mensaje de «gobierno provincial» que está vendiendo la institución durante el actual mandato. Entre ellos, el Artículo 48: «La Diputación celebrará anualmente, exceptuando el año en el que se celebren elecciones municipales, un Pleno extraordinario para el Debate sobre el Estado de la Provincia. En el cual se debatirán asuntos de interés provincial relacionados con el ámbito competencial de la institución provincial». Justo, como ocurre a nivel autonómico en las Cortes con Ximo Puig.
El borrador al que ha tenido acceso este diario está todavía pendiente de sufrir pequeñas modificaciones. Los servicios jurídicos de la Diputación están trabajando en él y podrían plantear algún cambio, según fuentes de la corporación.
