La estrategia de contrapeso político que el presidente de la Diputación, César Sánchez, está alimentando frente al gobierno autonómico de Ximo Puig es uno de sus sellos de gobierno. Desde que el PP salió del Consell tras las últimas elecciones autonómicas, el jefe de la institución provincial se ha posicionado como el lado de la balanza que compensa en la provincia el gobierno que Puig y Oltra ejercen en la Comunidad. Tanto, que Sánchez ha autoproclamado a la institución «Gobierno provincial», como así se refleja en todas sus intervenciones y mensajes oficiales de la Diputación. Sánchez, que alcanzó la presidencia tras la renuncia de José Císcar por la presión de Ciudadanos, buscó desde el primer momento de su mandato ejercer el papel de contrapoder del nuevo gobierno de la Generalitat. s. lL.
