El Consejo Ciudadano de Podemos se reunió ayer en Valencia para tratar distintos temas, entre ellos la posible entrada en el gobierno valenciano, la situación interna de la formación tras la destitución de la Secretaria de Organización Sandra Mínguez o la remodelación del pacto del Botànic, del que Podemos es fuerza firmante junto con PSPV y Compromís.
La reunión ordinaria de ayer sirvió además para reestructurar internamente al partido. En este sentido, el secretario general Antonio Montiel abogó por situar al frente del área de Organización y en sustitución de Mínguez a Sonia Salvador, coordinadora del consejo de Vila-real. También se ocupará de Finanzas, como venía haciendo hasta ahora. Por su parte, la secretaría de Coordinación recae desde ayer en Violeta Lamanuzzi. Ambas, según fuentes consultadas por este periódico, pertenecientes a la rama afín al secretario general.
Un gesto «poco hábil», según el sector crítico de la formación valenciana, teniendo en cuenta que desde las bases crecen las voces que exigen más presencia de los círculos y que continuarán haciéndolo en el futuro.
Donde sí hizo un paso atrás el líder de la formación fue en la decisión del entrar en el gobierno valenciano. De momento, la resolución se pospone, ya que miembros del consejo defendieron ayer que hace falta «un debate más profundo» y consultar ampliamente a la militancia antes determinar su ingreso en el ejecutivo que lidera Ximo Puig de la mano de Mónica Oltra.
Diferentes miembros del órgano decisorio de Podemos pidieron además la convocatoria de una asamblea ciudadana como la que se dio en Vistalegre, en la que poder definir el papel de la formación de puertas para afuera, es decir, qué espacio político y qué lineas debe seguir Podemos en la Comunitat Valenciana. Sin embargo esta petición no fue recogida por el secretario general, aunque se coincidió en la necesidad de enraizar más el partido a los barrios y al tejido territorial.
