En su balance anual, el secretario general del PSOE y alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, admitió ayer que la formación no funciona «como debe», a la vez que apremió a los militantes a «ponerse las pilas» para que el PP, en las próximas elecciones, «no repita el resultado» que logró en las últimas generales, con 62.000 votos frente a los 34.000 del PSOE.

Echávarri, que intervino en tres ocasiones durante una asamblea larga y bronca, aseguró que los alicantinos ya «empiezan a diferenciar» las políticas socialistas de las que realizan el «resto de compañeros de gobierno», en alusión a Compromís y Guanyar. «Si entra en conflicto el interés de la ciudad y el pacto de gobierno, nosotros vamos a apostar por nuestro pacto con la ciudadanía», añadió Echávarri, quien intentó desligarse de la sombra de Franco, que seguía su discurso desde segunda fila: «Esto es un proyecto de afiliados, de absoluta integración. En el PSOE de Alicante ya se han acabado las cuotas».