Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

De vuelta al hotel en bus

El equipo de gobierno y los altos cargos al hotel con Puig y Oltra juntos en primera fila

De vuelta al hotel en bus

La vuelta, en bus. El equipo de gobierno autonómico, reunido desde ayer y hasta el domingo en Torrevieja junto a un grupo de asesores y jefes de prensa con motivo del seminario de balance de la gestión del Consell, se desplazó en autobús a su regreso al hotel tras finalizar la primera jornada de reuniones que se celebrarán a lo largo del fin de semana en el Centro de Turismo de Torrevieja (CDT).

A su regreso al alojamiento en pleno centro de Torrevieja los 40 altos cargos se subieron a un autobús fletado por el Consell para hacer, unidos, el camino de vuelta al hotel, con el presidente Ximo Puig y la vicepresidenta, Mónica Oltra, sentados juntos en primera fila al lado del conductor. Hasta en su interior parecía cumplirse la jerarquía.

Otra anécdota del día la puso un bordillo. Y es que el presidente Puig se tropezó a su llegada al Ayuntamiento de Torrevieja por la mañana para acudir al pleno del Consell, que ayer se celebraba en la ciudad salinera. El recibimiento que le hizo el alcalde, José Manuel Dolón, fue sujetarle para evitar su caída tras chocar Puig con uno de los bordillos que tanta polémica han desatado en el municipio, precisamente, por su facilidad para los traspiés. Finalmente y sin problemas, el presidente pudo ser saludado por toda la corporación.

Más susto, quizás, se llevó el jefe del ejecutivo ante los gritos y pitos de un grupo de padres que protestaba a las puertas del consistorio por la obligatoriedad del valenciano en la Vega Baja, una medida defendida por la Conselleria de Educación que dirige Vicent Marzà. Al follón y al ruido, los protagonistas de la protesta añadieron una pancarta que rezaba: «President. Con Mónica Oltra gobernando no nos sirves».

Oltra, que llegó la primera al Ayuntamiento -incluso un poco desconcertada- aguantó el tipo ante los manifestantes y lamentó en su posterior rueda de prensa la «politización del valenciano». Por cierto, una rueda de prensa que ofreció en castellano y que en ocasiones realiza en valenciano.

Así que no faltó nada en el Ayuntamiento: «pollo» en la puerta, «tropezón», bolsas negras para tapar unas obras de la fachada, una boda con arroz incluido, 32 grados en pleno centro de Torrevieja bajo un sol de justicia que prevé calentar más de la cuenta este fin de semana.

Con razón Mónica Oltra avanzó ayer que estaba encantada de estar en la ciudad salinera y que a ver si podían darse «un paseo a voramar». La jornada concluyó con una recepción en el Casino preparada por el Ayuntamiento de Torrevieja, a la que también acudieron alcaldes de la Vega Baja, donde el cátering aportó los canapés, la hueva y el pulpo de la bahía que faltaba para cerrar el día.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats