El conseller de Hacienda, Vicent Soler, puso ayer sobre la mesa los datos que evidencian el «doble rasero» del Gobierno central a la hora de repartir las ayudas del rescate. Si el año pasado el Ministerio de Hacienda había transferido hasta las arcas autonómicas un total de 2.954,3 millones del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), los anticipos del sistema de financiación y las entregas a cuenta, en los cinco primeros meses de 2016 esa cuantía ha menguado hasta los 563,3 millones. Son 2.391 millones menos. O, lo que es lo mismo, a esas alturas del ejercicio, Madrid había enviado al anterior gobierno del PP 5,5 veces más de dinero que al Ejecutivo de izquierdas. «Es una vergüenza el uso partidista y la arbitrariedad del Gobierno a la hora de repartir discrecionalmente los recursos del Estado», sentenció ayer Soler.

Las tensiones entre las administraciones central y autonómica se han recrudecido esta misma semana debido a los acuciantes necesidades de financiación de la Comunidad. El Consell se está viendo atado de pies y manos para hacer frente a sus obligaciones diarias después de que el Ministerio de Hacienda haya cerrado el grifo. La situación llegó a tal extremo que incluso el presidente, Ximo Puig, remitió un escrito a su homólogo en Madrid, Mariano Rajoy, con una serie de reivindicaciones. En concreto, le emplazó a abonar ya el envío de dinero correspondiente al FLA ordinario y al extraordinario. «Como sabes, la situación financiera de la Generalitat es límite», plasmó Puig en su texto. Aunque en él no se explicitaban cifras concretas, el jefe del Consell reclamaba un ingreso de 1.935 millones: 1.834 de aportaciones extraordinarias para cubrir el déficit, 78,8 de los fondos de rescate del primer trimestre y otros 22,8 correspondientes a liquidaciones.

La falta de respuesta inmediata provocó este mismo viernes la reacción de Puig. El también líder del PSPV anunció que la próxima semana telefonearía a Rajoy si el Gobierno mantenía su silencio. Pero a última hora del viernes, el Ministerio de Hacienda habló. Lo hizo en boca de su titular, Cristóbal Montoro, y en formato físico. Remitió una carta de respuesta a la Generalitat en la que anunciaba que, al fin, desbloqueaba los pagos del FLA relativos al primer trimestre del ejercicio: 101,68 millones. «Que el ministerio a estas alturas lo único que haga es abrir la plataforma para que podamos acceder al FLA ordinario del primer trimestre, que son poco más de 100 millones, cuando el año pasado por estas fechas ya había inyectado al anterior Consell 2.438 millones, 3.000 millones de euros incluyendo los anticipos de la liquidación, evidencia que hay un trato discriminatorio y un uso partidista de los recursos», recalcó ayer Soler.

La «discriminación» con la actual Generalitat se puede apreciar en los distintos mecanismos de ayuda que mantiene vigentes el Gobierno desde 2012. Por aquel entonces, el Ejecutivo central del PP decidió impulsar varias líneas de ayuda para las comunidades que sufrían tensiones de tesorería. Entre ellas, la valenciana. El Consell de Fabra se acogió con los brazos abiertos al FLA, al plan de pago a proveedores y a los préstamos «blandos» del Instituto de Crédito Oficial (ICO). Y desde entonces, la administración valenciana se ha sumado a cada una de las convocatorias que han ido saliendo.

Sin embargo, el Gobierno ha menguado sus transferencias desde que el bipartito asumió el timón de la Generalitat. Sólo del FLA se ha pasado de los 2.438 millones del pasado año a 0 euros este ejercicio. Al menos, hasta ahora. «Se demuestra el uso partidista del dinero de todos los españoles. Y más cuando estamos hablando de situaciones límites de tesorería», remachó Soler.