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Génova y la cúpula provincial del PP evitan apoyar la continuidad de Gerardo Camps

Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación, y José Císcar eluden respaldar al exconseller

Génova y la cúpula provincial del PP evitan apoyar la continuidad de Gerardo Camps

En la última semana que tiene el PP para decidir si incluir o no al exvicepresidente económico de la Generalitat y exconseller de Hacienda, Gerardo Camps, en las listas del partido por la provincia, todavía no hay apuesta clara en el seno de la formación respecto a su futuro. Tanto la ejecutiva nacional del PP como la dirección provincial esquivaron ayer dar apoyo a la continuidad del exconseller durante un acto del PP en la sede de los populares de Alicante.

El charco lo saltó primero el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, que a preguntas de los periodistas indicó que era el presidente provincial del partido, José Císcar, quien debía responder respecto al mantenimiento de Camps. Tomó así la palabra Císcar, quien lejos de arrojar algún atisbo de respaldo o directo destierro de las listas se limitó a decir que cuando lleguen «a ese río cruzarán el puente».

Císcar hizo estas declaraciones antes de comenzar una reunión del comité provincial de campaña acompañado de Pablo Casado y la presidenta regional del PP, Isabel Bonig. Los tres escalafones del partido representados ayer -nacional, regional y provincial- escurrieron el bulto, lo que evidenció que el debate que supone en estos momentos Gerardo Camps para el partido no está resuelto. El dirigente provincial del PP subrayó que los partidos políticos funcionan de acuerdo a unos tiempos y que el de las listas electorales empieza esta semana. Y es que el lunes acaba el plazo para presentar las candidaturas, y a estas alturas Gerardo Camps es todavía una patata caliente en el partido, donde el respaldo hacia su continuidad brilla por su ausencia. Su comparecencia pública el pasado viernes -donde informó de que había iniciado la tramitación legal para llevar a los tribunales a la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, por anunciar que iba a trasladar ante la Fiscalía sus gastos en comidas y hoteles de lujo por valor de 553.000 euros- fue más un relato de hechos de las últimas informaciones sobre los cargos a cuenta de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Generalitat Valenciana (SPTCV) que de explicaciones públicas. El asunto de las «comilonas» ha hecho más daño a la imagen del PP que el hecho de que el exconseller aparezca en las conversaciones del «Caso Taula».

Por otro lado, Pablo Casado tildó el «gobierno a la valenciana» de unión de «extremistas» donde gobierna «el populismo, el regionalismo y el pancatalanismo de Compromís», por lo que apeló al voto «moderado del PP» como voto útil. Casado ratificó con sus declaraciones que los mensajes que el PP está armando de cara a las elecciones del 26J están cargados de apelaciones al temor por la posible exportación a España «de un gobierno comunista». «El comunismo no ha hecho nada bueno por las personas», dijo, y añadió que éste es «justamente el modelo que no se puede exportar» a España.

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