César Sánchez, presidente de la Diputación de Alicante, estrechó lazos con sus homólogos de Valencia y Castellón durante un encuentro en el que compartieron mesa y mantel en el restaurante «Vuelve Carolina», uno de los establecimientos gastronómicos apadrinados en el «cap i casal» por el cocinero Quique Dacosta. Esa comida, de cuatro horas de duración, certificó la buena relación entre Sánchez y sus homólogos en la diputación de Valencia, el socialista Jorge Rodríguez, y en Castellón, el popular Javier Moliner. La cumbre de presidentes no tendría nada de particular sino fuera porque el encuentro -discreto, pero no secreto- se produce en medio de la guerra abierta entre el Palau de la Generalitat y las diputaciones controladas por el PP a cuenta de las competencias turísticas. Pero también por la mala relación entre el titular de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, con Ximo Puig, compañeros dentro del PSPV.
En medio de la polémica sobre el control de la política turística y con las vías de diálogo rotas entre el Palau y las diputaciones, los tres presidentes mantuvieron un encuentro en el que, según las fuentes consultadas, se habló de problemas comunes, pero se evitaron los asuntos controvertidos, como el decreto de competencias. Degustaron un menú cerrado previamente. La reunión, que se fraguó hace un par de semanas tras coincidir Rodríguez, Cesar Sánchez y Javier Moliner en un debate en la cadena Ser, dio mucho que hablar. Estas mismas fuentes constataron que existe una voluntad de los tres mandatarios provinciales de mantener unas relaciones de «cortesía».