¿Resignada y preparada ya para unas nuevas elecciones generales el 26 de junio?
Lamentablemente. Salvo que en estos dos días suceda un milagro y el conjunto de partidos se avengan al sentido común, parece que sí.
Si, como parece, se confirma la convocatoria de nuevos comicios, estamos ante un evidente fracaso de la clase política...
Es una pena y un fracaso ante la ciudadanía, que debe tomar nota de qué partidos han hecho un esfuerzo real por llegar a un acuerdo y cumplir el mandato de los votantes, que ha sido que tengamos una España plural con diversas fuerzas políticas. Y también qué partidos han esperado tranquilamente a la repetición de las elecciones. Y ahora, si no salen los resultados que esperan, mi duda es si vamos a seguir esperando hasta que unos tengan la mayoría absoluta y otros la hegemonía de las izquierdas.
Tiene muy claro que los responsables de este bloqueo de más de cuatro meses de gobierno en funciones son el PP y Podemos...
El primer responsable es Mariano Rajoy, que no el PP, porque cuando el Rey le propuso encabezar una investidura él dijo que no. Todas las acusaciones y elucubraciones que pueda hacer ahora el presidente del Gobierno en funciones tienen poca credibilidad cuando ni siquiera ha hecho el intento de concitar una mayoría parlamentaria que le permitiera gobernar. En segundo lugar, Podemos. Es cierto que se ha sentado a negociar, pero no a llegar a un consenso, sino a ratificar un desacuerdo que, además, han sometido a votación de sus bases. Después de la mesa a tres que mantuvimos y viendo que no se movieron ni un ápice de su planteamiento inicial en el que pidieron vicepresidencias y el CNI [Centro Nacional de Inteligencia], Podemos tampoco ha hecho un esfuerzo real para que este país tuviera un gobierno reformista y de progreso.
Rajoy ya ha lanzado la precampaña y lo hace con duros ataques a Ciudadanos, partido al que asocia con el PSOE...
Rajoy tiene una difícil justificación de su actuación y, a veces, la mejor defensa es un ataque injustificado. Hay que recordarle a la ciudadanía que fue él quien no quiso encabezar una investidura. Es absolutamente intolerable que ahora nos acuse de irresponsabilidad institucional. Nosotros intentamos llegar a un acuerdo con el candidato a la investidura, Pedro Sánchez, para que pudiera haber gobierno. Si Rajoy hubiera dicho que sí, probablemente el escenario habría sido distinto. Son ataques injustificados.
¿Ciudadanos vio en algún momento factible lo de la gran coalición con PP y PSOE?
Desde el fracaso de la investidura de Pedro Sánchez hemos planteado al PP que, por favor, se sentara a la mesa para llegar a un acuerdo sobre el pacto de gobierno que habíamos firmado PSOE y Ciudadanos. Porque eran medidas que los votantes del PP podían perfectamente asumir. Esto se podía llamar una gran coalición centrada en acuerdos y no en personas. Rajoy nunca ha querido una gran coalición; ha querido ser presidente del gobierno a toda costa. Esta es la diferencia. Si hubiera querido realmente una gran coalición, habría dejado a sus equipos negociadores que se sentaran a hablar con nosotros. Desde el principio vimos que las medidas que contemplamos en nuestro acuerdo no eran viables sin la aquiescencia, por activa o por pasiva, del PP porque necesitábamos la mayoría del Senado, que está en manos de los populares. Cuando Rajoy dice que ha querido una gran coalición, miente.
Dice que es una pena la convocatoria de nuevas elecciones, pero las encuestas les auguran buenos resultados...
Somos muy prudentes con las encuestas, que son fotos fijas en un momento determinado. Estamos bastante esperanzados en que la ciudadanía, que es sabia, sepa entender y premiar a aquellos partidos que hemos intentado realmente que España tuviera gobierno. Parece que las encuestas lo que reflejan es esa valoración; y no sólo en el número de votos, sino también en la imagen que tiene Albert Rivera como un líder de consenso y una persona que lo ha puesto todo para dar respuesta a lo que pedían los ciudadanos.
De cara a esa más que probable nueva convocatoria electoral, ¿teme que el voto del miedo a Podemos desde el centro-derecha se refugie en el PP?
No, porque creemos que la ciudadanía va a apostar por un voto útil y se ha demostrado que el voto más útil que ha habido en las elecciones anteriores ha sido el nuestro. El voto útil no es el que consigue más escaños, sino el de aquel partido que logra concitar más acuerdos para tener una mayoría parlamentaria. Si el centro-derecha tiene miedo a que se forme una coalición de izquierdas, lo mejor que puede hacer es votar a Ciudadanos porque hemos demostrado que somos capaces de concitar los mayores acuerdos.
Usted formó parte de la comisión negociadora del fallido pacto de investidura de Pedro Sánchez. ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de este largo e infructuoso tira y afloja?
Lo más destacable es que ha habido una voluntad auténtica de llegar a un proyecto positivo para España que concitara lo mejor del PSOE y Ciudadanos y planteara propuestas que pudieran llevar a este país a una regeneración y a un cambio para salir del actual bache y no dejar a la gente tirada en la cuneta. El acuerdo ha sido leal y sincero y ha habido una voluntad real de diálogo con las fuerzas políticas a la derecha y la izquierda. Y esta voluntad no se ha querido entender porque no se ha querido nunca que se llegara a un gobierno por parte de Rajoy y Pablo Iglesias.
En esas negociaciones en Madrid, Pablo Iglesias ha reivindicado con frecuencia el modelo de «gobierno a la valenciana». ¿Le parece exportable a Madrid el Pacto del Botànic que gobierna la Generalitat?
Ya dijimos en el hemiciclo que el «gobierno a la valenciana», por cosas que está haciendo, se le puede definir como un gobierno de traca, con todo el respeto para los fabricantes de fuegos artificiales. El hecho de poner etiquetas y vetos a determinadas fuerzas políticas no es bueno. En la Comunidad Valenciana se han hecho cosas buenas, pero hay otras muy mejorables en política educativa y medidas de confrontación entre diferentes partes de la sociedad. Eso nunca dará buenos resultados. Confrontar a la ciudadanía nunca es positivo; hay que buscar el consenso y la suma; y el «gobierno a la valenciana» que invocan muchas veces hace políticas propagandísticas que tienden más a separar que a unir a los valencianos.
Todo el universo de Ciudadanos sigue girando en torno a Rivera. ¿No se vislumbran nuevos liderazgos a corto plazo?
Esa es una percepción que no es real. Rivera es un líder carismático con muchísimo peso en el partido, pero también se han visto a otras personas con capacidad ante los medios y para tomar decisiones importantes. Hay equipo, es bueno y las decisiones que se han tomado con compañeros como Juan Carlos Girauta, José Manuel Villegas, Toni Roldán, Miguel Gutiérrez, Pablo Yáñez o Patricia Reyes así lo demuestran. Y también tenemos otros líderes nacionales como Inés Arrimadas o Begoña Villacid. Hay otros partidos que nos acusan de eso, pero luego no ponen a esa gente a tomar decisiones como ha hecho Rivera o Ciudadanos.
Uno de los nombres de su partido que más suena en la provincia es el de Fernando Sepulcre, portavoz en la Diputación, aunque no queda claro si es oposición o aliado del PP...
Sepulcre es el representante de Ciudadanos en la Diputación. Esto es importante señalarlo. Tuvimos un pacto con el PP que se rompió porque incumplieron condiciones innegociables como que no hubiera imputados en el gobierno. Ahora estamos en la oposición y lo que tiene que hacer Sepulcre es votar las medidas que sean beneficiosas para los alicantinos y rechazar aquellas que no vayan a serlo.
