Un poco de oxígeno para la tesorería de la Generalitat. El Gobierno propondrá a las comunidades autónomas elevar del 0,3 al 0,7% del PIB su objetivo de déficit para 2016, según informó el Ministerio de la Presidencia en un comunicado. Eso significa que la Comunidad Valenciana dispondrá de 400 millones de euros más para gastar durante este año e intentar afrontar así la gestión del día a día. Este aumento responde a la nueva senda de consolidación fiscal que el Ejecutivo autonómico incluirá en el Programa de Estabilidad que se comunicará a la Comisión Europea (CE) antes de final de abril y que sube el objetivo de déficit del conjunto de las administraciones públicas al 3,6% del PIB en 2016. El nuevo objetivo supone un margen de ocho décimas respecto al anterior (2,8 %) que se va a repartir por igual entre las autonomías y la Seguridad Social, ya que ambas administraciones tienen la misma meta, con una relajación del déficit de cuatro décimas.
El Gobierno informará de la nueva senda fiscal a la Comisión Nacional de Administración Local el próximo martes 26 y al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) el jueves día 28 de abril. Según el comunicado, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas va a celebrar desde esta misma semana reuniones técnicas bilaterales con todas las comunidades autónomas que incumplieron el objetivo de déficit de 2015 para negociar el contenido de los planes de ajuste y de los planes económico financieros. En la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, como se recordará, el Ministerio de Hacienda se negó a aflojar la mano y emplazó a las comunidades a decidir los recortes en esas reuniones bilaterales. Una especie de recorte «a la carta». De esta manera, las autonomías en peor situación -caso de la Comunidad- tendrán un margen de maniobra en 2016 hasta que se resuelva el nuevo sistema de financiación autonómica. Con el actual, la Generalitat padece un expolio de unos 1.300 millones anuales que dejan a los valencianos a la cola en el reparto de un modelo que está caducado desde enero de 2014.
Con esta nueva meta, las comunidades tienen un año más para alcanzar el objetivo y para ello van a contar con un incremento de la financiación autonómica de 7.400 millones de euros respecto a la que tuvieron el año pasado. La nota de Presidencia hace hincapié asimismo en que las autonomías están ahorrando más de 3.000 millones por las condiciones ventajosas de los préstamos conseguidos a través de los mecanismo de liquidez puestos en marcha por el Estado. El Gobierno, según se acordó en la comisión general de secretarios de Estado y subsecretarios, va a transmitir a Bruselas que mantiene su compromiso con la reducción del déficit público, pero con una nueva senda de consolidación fiscal compatible con el crecimiento económico y la creación de empleo. «Ahora, la prioridad del Gobierno es consolidar ese crecimiento económico, que se ha traslado íntegramente a la creación de puestos de trabajo en España y que está tirando hacia arriba de la propia economía de la Unión Europea», añadió. En el caso de la Comunidad, sin embargo y a pesar de este alivio, para cumplir el nuevo objetivo, el nuevo Consell de izquierdas tendría que aplicar recortes que, sin embargo, rechaza ejecutar. El pulso está servido. Sigue la pugna.
