El Ejecutivo que preside Ximo Puig está intensificando sus contactos con otros gobiernos autonómicoscontactos con otros gobiernos autonómicos, incluidos los del PP, para convencerles de la necesidad de un plante generalizado al ministro Cristobal Montoro a cuenta de su carta-ultimátum en la que insta a las comunidades incumplidoras, entre ellas la valenciana, a aprobar un acuerdo de no disponibilidad de gasto acuerdo de no disponibilidad de gasto que garantice el cumplimiento del objetivo de déficit. La carta llegó el pasado día 6 y en ella se da un plazo de quince días. El Consell, sin embargo, asegura públicamente que no ejecutará un ajuste que, según sus cálculos, asciende a unos 1.000 millones.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció ayer que Bruselas ha dado un año extra al Gobierno de Rajoy para cumplir los objetivos de estabilidad, lo que da un respiro a las autonomías, aún no cuantificado. Aun así, según aseguró Soler, no hay margen alguno para el recorte.
Sin embargo, más allá de la postura oficial, el hecho es que Montoro, de quien depende la inyección de dinero a la Comunitat Valenciana vía FLA, se apoya en la ley de estabilidad para aumentar la presión al Consell cuya situación es absolutamente precaria. En este contexto, la salvación para el Ejecutivo está en no diferenciarse, es decir, en no ser la única insumisa.
El presidente Ximo Puig estuvo el lunes en Murcia y tejió complicidades con su homólogo, contrario también a la imposición de déficit. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, intensificó ayer sus contactos con otros consejeros para convencerles de que la solución es rebelarse contra Montoro. Es decir, que nadie adopte el acuerdo de no disponibilidad de gasto.
La conselleria es consciente de que si cumple con la exigencia de Montoro se quedan sin programa social. Ya se han hecho cuentas y técnicamente se está trabajado en este acuerdo de no disponibilidad. Cabe apuntar que aunque la postura es firme (todos los consellers están en contra de un tijeretazo), el ministerio ya ha dejado caer que las comunidades que no cumplan no podrán disponer del rescate del FLA. Y está por ver que todas las comunidades se sumen al plante. En teoría, el nuevo manguerazo debería llegar en julio.
Por otro lado, el conseller de Hacienda indicó que todavía no ha sido convocado por el ministerio a la reunión bilateral en la que teóricamente deberían decidir como ajustar los presupuestos. Cabe recordar que, al margen del ultimátum por el incumplimiento del déficit de 2015, el Consell tiene aún pendiente de aprobación el plan de ajuste por acogerse al FLA. Este documento ya ha sido enviado a Madrid y debería abordarse en la próxima reunión del Consejo de Política Fiscal, una cita que podría producirse esta misma semana.
